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domingo, 16 de octubre de 2011

LA GRANADA

Originaria de Oriente Próximo, esta dulce fruta roja tiene numerosas propiedades. Estas son algunas de ellas.
“Es la granada olorosa un cielo cristalizado. Cada grano es una estrella, cada velo es un ocaso”. Así comienza el poema Canción oriental, escrito por Federico García Lorca en 1920. Pero la primera referencia a este dulce fruto en la literatura española se encuentra en un texto del siglo XIII de Gonzalo de Berceo, que lo llama “milgrana”. No es de extrañar que aparezca en las obras de numerosos escritores españoles, pues nuestro país es uno de sus principales productores y también es el territorio desde el cual se extendió a América, en cuya costa pacífica se ubican extensas plantaciones desde Chile hasta California. Pero, en realidad, el origen de la granada se halla en el Mediterráneo oriental y en los países de Oriente Próximo, desde donde llegó a la Península Ibérica a través de los cartagineses. Hoy son numerosos los países orientales que la cultivan también.

Propiedades terapéuticas
Aparte de sus valores gastronómicos, la granada posee numerosas propiedades terapéuticas debido a la gran cantidad de sustancias saludables que posee: entre otras,
potasio, que es necesario para el funcionamiento de los músculos y la emisión de impulsos nerviosos; vitaminas C y del grupo B; flavonoides, que tienen efectos antioxidantes, y taninos, con acción antiinflamatoria y antiséptica. También se caracteriza por su alto contenido en agua y su escasez en sodio e hidratos
de carbono.
En la Grecia clásica Hipócrates recetaba su zumo para tratar dolencias gástricas. Y es que es un estupendo antiácido que puede aliviar las molestias a las personas
que sufren reflujo esofágico y hernia de hiato. En la actualidad varios estudios clínicos relacionan el consumo de granada con efectos como dificultar el almacenamiento de placas de colesterol en las arterias, favorecer el drenaje de líquidos retenidos y potenciar la función renal y la eliminación del ácido úrico. Entre las últimas investigaciones que
tienen a la granada como protagonista destaca una del Instituto de Investigación Beckman de la ciudad de Hope (EE.UU.) en la que se asocia su consumo a una menor incidencia del cáncer de mama relacionado con el exceso de estrógenos a causa de la presencia de un tipo de taninos que inhiben la aromatasa, una enzima que
transforma los andrógenos en hormonas femeninas.
Ya sea en zumo, sola, como parte de un postre, añadida a la ensalada o incluso como componente de cremas y cosméticos, no cabe duda de que la granada es una de las frutas que más beneficios tiene sobre nuestra salud.

http://www.masalladelaciencia.es/salud-alternativa/202-granada-dulzor-antioxidante

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