Por: Dr. Judy McFarlen
Búscala en el diccionario y no vas a encontrar nada. Pero pregúntale a un grupo de cazadores y todos van a saber exactamente de qué estás hablando.
Es el caso más severo de nervios. Es la adrenalina asociada con el lugar de tu presa. Es el sistema nervioso a toda marcha.
Cosas raras como temblores, sudoración, incremento de la presión sanguínea y simplemente un mal disparo pueden ocurrir cuando llega esta “Buch Fever”.
Cosas raras les han pasado a personas que conozco, como literalmente haber olvidado que su espiadero está a 3 metros del suelo, disparar PUM en lugar de hacer el disparo, ó incluso la inhabilidad de levantar el rifle.
Cómo un amigo me dijo: "Durante las últimas cuatro temporadas, he arruinado tres oportunidades que he tenido con muy buenos venados.
El factor común entre estos tres disparos: Dispare sobre su espalda.
El diagnóstico era simple. Mientras bajaba mi arco para poner los pines en mi objetivo, solté la flecha tan pronto vi pelo en mis pins. Y como consecuencia… un disparo alto cada una de las veces. En la práctica, todos mis disparos eran estándar, apuntar el pin abajo de mi objetivo y una vez acomodado, apretar suavemente el soltador para que no sepa en qué momento exacto la flecha va a salir disparada.
Obviamente, la misma secuencia repetida, puede ser fácilmente olvidad cuando más importa. Ésta es el castigo por no controla la”Fiebre de Venado”.
Algunos dicen que es el error de un cazador inexperto. Yo no estoy de acuerdo.
Hasta un cazador experimentado siente la adrenalina cuando un “monstruo” sale a la vista. La diferencia puede ser la habilidad para controlar los efectos de la adrenalina. Algunos incluso dicen que frecuentemente los cazadores inexpertos no sufren de esta “Fiebre de Venado” porque ellos no piensan en la situación.
Puede ser que pensar te ponga en problemas. Es la anticipación de dispararle al venado que hace que te presiones lo que te provoca nervios. Más la emoción de imaginarte que por fin alcanzaste lo que te llevó todo el año de preparación. En otras palabras, tu mente saca lo mejor de ti.
Sin embargo el reto, es usar el mismo proceso de disparo que usaste en la práctica cuando estás en el monte cuándo aparece tu venado. Si usas las técnicas de arriba, puede ayudarte a superar la adrenalina y permitir que adquieras memoria muscular para hacer lo que entrenaste para hacer.
Búscala en el diccionario y no vas a encontrar nada. Pero pregúntale a un grupo de cazadores y todos van a saber exactamente de qué estás hablando.
Es el caso más severo de nervios. Es la adrenalina asociada con el lugar de tu presa. Es el sistema nervioso a toda marcha.
Cosas raras como temblores, sudoración, incremento de la presión sanguínea y simplemente un mal disparo pueden ocurrir cuando llega esta “Buch Fever”.
Cosas raras les han pasado a personas que conozco, como literalmente haber olvidado que su espiadero está a 3 metros del suelo, disparar PUM en lugar de hacer el disparo, ó incluso la inhabilidad de levantar el rifle.
Cómo un amigo me dijo: "Durante las últimas cuatro temporadas, he arruinado tres oportunidades que he tenido con muy buenos venados.
El factor común entre estos tres disparos: Dispare sobre su espalda.
El diagnóstico era simple. Mientras bajaba mi arco para poner los pines en mi objetivo, solté la flecha tan pronto vi pelo en mis pins. Y como consecuencia… un disparo alto cada una de las veces. En la práctica, todos mis disparos eran estándar, apuntar el pin abajo de mi objetivo y una vez acomodado, apretar suavemente el soltador para que no sepa en qué momento exacto la flecha va a salir disparada.
Obviamente, la misma secuencia repetida, puede ser fácilmente olvidad cuando más importa. Ésta es el castigo por no controla la”Fiebre de Venado”.
Algunos dicen que es el error de un cazador inexperto. Yo no estoy de acuerdo.
Hasta un cazador experimentado siente la adrenalina cuando un “monstruo” sale a la vista. La diferencia puede ser la habilidad para controlar los efectos de la adrenalina. Algunos incluso dicen que frecuentemente los cazadores inexpertos no sufren de esta “Fiebre de Venado” porque ellos no piensan en la situación.
Puede ser que pensar te ponga en problemas. Es la anticipación de dispararle al venado que hace que te presiones lo que te provoca nervios. Más la emoción de imaginarte que por fin alcanzaste lo que te llevó todo el año de preparación. En otras palabras, tu mente saca lo mejor de ti.
Aquí unos tips para ayudarte a controlar la “Buck Fever” antes que te controle a ti.
- Práctica Perfecta. Una manera de asegurar que las repeticiones sean apropiadas es simplemente abrir el arco, ó poner tu mira en venados que no vayas a cazar. Esta “práctica” ha hecho maravillas con un amigo mio. Su proceso para disparar durante la caza se está volviendo tan natural y automático como su proceso de tiro de práctica. Este movimiento repetitivo lo ha ayudado a saber cuándo y cómo abrir y a evitar y controlar el sentimiento de pánico que se apodera de él cuando un venado se pone a tiro. Claro podrás asustar a algunos venados que de todas maneras no les vas a disparar, pero es mejor que apresurarse a dispararle ó asustar a un venado que planeas cazar. La práctica perfecta va a generar la habilidad de medir al venado y a la situación.
- Tiro de Práctica con un Giro. He oído a algunas personas que sugieren correr en círculos antes de agarrar tu arco ó rifle para practicar. Si haces esto de la manera correcta, vas a acabar sin aliento, agitado y con el corazón a todo lo que da, muy parecido a lo que vivirías en el monte. Aprender a tirar cuando estas circunstancias se dan pueden ayudarte a superar los efectos de la “Fiebre de Venado” cuando lo necesites
- Visualiza Mentalmente. Esto funciona para cualquier tipo de deporte y no hay diferencia. Cuando te instalas en tu espiadero es un buen momento para poner tu mente a trabajar. De todas maneras no hay mucho que hacer cuando estás ahí. Una buena técnica es identificar cualquiera ó todos los caminos que tu trofeo pueda usar para llegar a tu espiadero. Visualiza al animal, siente la brisa y el aire frío. Mientras más realista sea tu visualización es más probable que la técnica te ayude. Una vez que tengas la imagen, visualízate con lujo de detalle disparando, hasta el pelo de la parte donde apuntaste. Si no te sientes emocionado durante el ejercicio, necesitas concentrarte y hacerlo tan realista como puedas.
- Controla Tu Pensamiento. Tu consigues lo que has estado pensando durante todo el día. Si piensas que vas a fallar, no dispares… muy probablemente falles. Piensa en cazar a tu presa en un solo disparo, sin perderlo, hiriéndolo u otra cosa.
- Controla Tu Respiración. Una técnica que usa mucha gente para controlar la “Fiebre de Venado” es respirar profundamente. Respirar lenta y profundamente ó respirar lentamente por tu nariz son dos maneras de calmar tu sistema nervioso y disminuir tus latidos.
- Olvídate de las Astas. Una vez que hayas decidido hacer el disparo. Olvídate del las astas.
- Piensa en los Vitales y solo en lo Vitales. Pensar en el pelo exacto en donde estás apuntando en lugar de los vitales funciona para algunas personas. Tómate tu tiempo. Si no es un tiro seguro, toma un respiro profundo, ya habrá otras oportunidades.
Sin embargo el reto, es usar el mismo proceso de disparo que usaste en la práctica cuando estás en el monte cuándo aparece tu venado. Si usas las técnicas de arriba, puede ayudarte a superar la adrenalina y permitir que adquieras memoria muscular para hacer lo que entrenaste para hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario