Cada vez disponemos de más información que nos confirma que, si creemos que algo puede perjudicarnos, el daño se materializará en la forma de enfermedad o incluso de muerte. Existen casos de diagnósticos médicos erróneos que han llevado a la muerte a pacientes sanos.Tras estudiar muchos, el médico Clifton Meador, de la Facultad de Medicina de la Universidad Vanderbilt (EE. UU.), ha llegado a la conclusión de que “si tratas a alguien como si estuviera muriéndose todo en su interior se confabula para que así sea”. Sucede así con las creencias sobre los efectos secundarios de los fármacos y sobre el riesgo de contraer enfermedades infecciosas. Según el antropólogo Robert Hahn, que ha estudiado el efecto nocebo, la muerte derivada de una maldición de vudú constituye una forma extrema de aquel. Sus estudios han confirmado que las expectativas tienen consecuencias físicas. Aunque no están todavía claros los rasgos de personalidad que favorecen el efecto nocebo, parece que las mujeres son más susceptibles a él que los hombres. El doctor Jon-Kar Zubieta (MÁS ALLÁ, 239), investigador del Instituto de Neurociencias Moleculares y del Comportamiento de la Universidad de Michigan (EE.UU.), ha comprobado además que el efecto nocebo está asociado a un descenso de la dopamina y, en general, de los opiáceos en el cerebro.
“Dios es amor mejor con humor” trata de acercar El Antiguo Testamento a todos. La dosis de humor intenta facilitar la comprensión del Libro Santo. Siempre con respeto y con matices didácticos nunca pierde la parte espiritual y sensible de un conjunto de textos tan antiguos como actuales. Para traernos a un Dios que sigue con nosotros. Que nos perdona a pesar de las torpezas y debilidad del hombre. Que sigue con el pueblo elegido. Porque los elegidos somos los que nos dejamos elegir.
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