El jengibre es una raíz poco estética a la vista, pero a la que se le reconocen potentes cualidades para la salud.
La llamada raíz milagro es un alimento nada bello, pero su poder antiinflamatorio es mayúsculo y se puede tomar a diario. Aunque todavía es extraño encontrar el jengibre en nuestros platos, es uno de esos superalimentos que debiéramos tener a diario en nuestro menú.
Ángela Quintas, química experta en nutrición clínica, explica áue el jengibre posee sorprendentes propiedades. Esta ra z es uno de
esos alimentos antioxidantes que se incluyen en muchas dietasíademás es regulador de la glucemia (la cantidad de glucosa en sangre), lo que juega un papel clave en las personas que poseen diabetes tipo 2. También regula la lipidina (el exceso de grasas en sangre), disminuyendo así la cantidad de colesterol HDL. Pero la propiedad más conocida de esta raíz es su poder antiinflamatorio y analgésico, de hecho, consumir dos gramos de jengibre durante 11 días en infusión ayudará a evitar el dolor producido por un golpe o incluso las agujetas tras hacer ejercicio.
Te ayudará también frente a un gran banquete y es que, el jengibre, consumido unos cinco minutos antes de la comida, activa los jugos digestivos, mejora la absorción y asimilación de nutrientes y, masticado, disminuye las flatulencias.
Es la raíz menos bonita de todas, pero una de las que más nos cuida el organismo, y es que es una especie de medicamento natural. Te proponemos 5 ideas para acostumbrarse a tomar jengibre a diario.
1. FRESCO
Rallado, se puede echar en batidos y jugos de frutas, también en guisos de pescado o carne. Es muy utilizado en cocina asiática al wok, en salsas y curris, y son famosas las galletas de jengibre en culturas como la norteamericana. También crudo puede infusionarse en té.
2. EN POLVO
Deshidratado y en polvo se puede usar en salsas y sopas o para pasteles. Se utiliza como una especie más, en guisos para darles un toque más fuerte, e incluso los chefs lo utilizan para evitar usar mucha sal. En tostas, con pescado ahumado, resulta delicioso.
3. CONFITADO
Se puede cocer con jarabe de azúcar y confitarlo, así sabe casi a dulce, algo muy utilizado en la cultura oriental. Su sabor es espectacular si se añade una confitura de chocolate o de azúcar granulado. Lo puedes consumir casi sin freno, pues resulta digestivo.
4. EN ESCABECHE
Pelado e introducido en vinagre dulce, adquiere ese tono característico del escabeche que se suele acompañar para tomar sushi. Se utiliza para tomar justo después del bocado de pescado, así elimina el sabor entre un tipo y otro, y para terminar el plato y cambiar de tercio en el menú.
5. MACERADO
Para esta elaboración es mejor rallarlo. Lo mezclas con ajo, vinagre de arroz y salsa de soja, y lo dejas unas seis horas reposar, incluso más. Después lo añades a carnes blancas, pescados y mariscos, su sabor se potenciará. Puedes añadir alguna hierba no muy aromática. Un ejemplo de su versatilidad en la cocina es esta receta de ensalada verde con atún rojo.
Ángela Quintas, química experta en nutrición clínica, explica áue el jengibre posee sorprendentes propiedades. Esta ra z es uno de
esos alimentos antioxidantes que se incluyen en muchas dietasíademás es regulador de la glucemia (la cantidad de glucosa en sangre), lo que juega un papel clave en las personas que poseen diabetes tipo 2. También regula la lipidina (el exceso de grasas en sangre), disminuyendo así la cantidad de colesterol HDL. Pero la propiedad más conocida de esta raíz es su poder antiinflamatorio y analgésico, de hecho, consumir dos gramos de jengibre durante 11 días en infusión ayudará a evitar el dolor producido por un golpe o incluso las agujetas tras hacer ejercicio.
Te ayudará también frente a un gran banquete y es que, el jengibre, consumido unos cinco minutos antes de la comida, activa los jugos digestivos, mejora la absorción y asimilación de nutrientes y, masticado, disminuye las flatulencias.
Es la raíz menos bonita de todas, pero una de las que más nos cuida el organismo, y es que es una especie de medicamento natural. Te proponemos 5 ideas para acostumbrarse a tomar jengibre a diario.
1. FRESCO
Rallado, se puede echar en batidos y jugos de frutas, también en guisos de pescado o carne. Es muy utilizado en cocina asiática al wok, en salsas y curris, y son famosas las galletas de jengibre en culturas como la norteamericana. También crudo puede infusionarse en té.
2. EN POLVO
Deshidratado y en polvo se puede usar en salsas y sopas o para pasteles. Se utiliza como una especie más, en guisos para darles un toque más fuerte, e incluso los chefs lo utilizan para evitar usar mucha sal. En tostas, con pescado ahumado, resulta delicioso.
3. CONFITADO
Se puede cocer con jarabe de azúcar y confitarlo, así sabe casi a dulce, algo muy utilizado en la cultura oriental. Su sabor es espectacular si se añade una confitura de chocolate o de azúcar granulado. Lo puedes consumir casi sin freno, pues resulta digestivo.
4. EN ESCABECHE
Pelado e introducido en vinagre dulce, adquiere ese tono característico del escabeche que se suele acompañar para tomar sushi. Se utiliza para tomar justo después del bocado de pescado, así elimina el sabor entre un tipo y otro, y para terminar el plato y cambiar de tercio en el menú.
5. MACERADO
Para esta elaboración es mejor rallarlo. Lo mezclas con ajo, vinagre de arroz y salsa de soja, y lo dejas unas seis horas reposar, incluso más. Después lo añades a carnes blancas, pescados y mariscos, su sabor se potenciará. Puedes añadir alguna hierba no muy aromática. Un ejemplo de su versatilidad en la cocina es esta receta de ensalada verde con atún rojo.
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