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lunes, 6 de octubre de 2014

“El ébola puede estar en muchos más países y no lo sabemos”

“El ébola puede estar en muchos más países y no lo sabemos”

Al presidente de la Federación Internacional de Enfermedades Tropicales no le preocupa que el ébola llegue a un país con un buen sistema de salud como España


Santiago Mas-Coma (Barcelona, 1949) repite con sosiego, una y otra vez, que el gran error que cometemos es pensar que somos capaces de dominar la naturaleza. Pone como ejemplo los tsunamis, pero también los terribles riesgos en los que es uno de los mayores expertos: "Esos pequeños bichitos que te pueden destrozar un país". Catedrático de la Universidad de Valencia, Mas-Coma es presidente de la Federación Internacional de Enfermedades Tropicales y experto de referencia de la Organización Mundial de la Salud para enfermedades olvidadas, organismo al que defiende con uñas y dientes a pesar de las críticas por su trabajo para contener el brote de ébola de África Occidental. Durante su participación en el Campus África en La Laguna, este experto ha explicado el que considera principal problema del actual brote: la falta de información sobre la presencia del virus en el continente.
Pregunta. Acaba de producirse el primer contagio de ébola fuera de África, en España.
Respuesta. Francamente, como experto no me preocupa cuando es algo que ocurre en un país con un sistema de vigilancia que funciona, como España o si pasara en EEUU. Me preocupa muchísimo más que salte a un país sin sistema de vigilancia, o apenas sin sistema de salud, como por ejemplo Malí. En países así podría ser un desastre total, como si se extendiera por determinadas zonas de Nigeria.
P. Pero la gente está preocupada.
Me preocupa muchísimo más que salte a un país sin sistema de vigilancia, o apenas sin sistema de salud, como por ejemplo Malí. En países así podría ser un desastre total"
R. Uno de los primeros problemas es que la gente no entiende el concepto de zoonosis [enfermedades que se transmiten desde animales a humanos]. El virus del ébola es un virus propio de murciélagos. Y a los murciélagos no les hace nada porque el virus y los murciélagos han coevolucionado durante millones de años de tal manera que están adaptados el uno al otro. El virus es el primer interesado en no matar al hospedador porque si lo hace se muere también. Pero el análisis, el estudio y la respuesta ante una enfermedad como está es muy distinta de otras epidemias.
P. La OMS ha recibido muchas críticas que aseguran que ha intervenido tarde.
R. ¿Qué querían que hiciéramos? A nadie se le había ocurrido pensar nunca que el ébola estuviera en la parte occidental de África. Ha cogido desprevenido a todo el mundo. A estas alturas no sabemos si esta cepa tiene mucha distancia genética con respecto a las que provocaron los brotes en Congo anteriormente. Si ese virus ha evolucionado durante mucho tiempo por su cuenta, puede que el ébola esté muy desperdigado por todo África y lo mismo pasado mañana aparece en Malí o en Burkina Faso. Estamos planteándonos cosas de inicio de investigación. No sabemos ni la distribución del virus. Hay muchos más países en los que puede estar presente y no lo sabemos.
P. ¿Y qué se podría haber hecho para atajar antes el brote?
Se critica la tardanza, pero no van por ahí los tiros: es un problema de información
R. Se critica la tardanza, pero no van por ahí los tiros: es un problema de información. Nadie ha estudiado el virus del ébola en los murciélagos, sobre el terreno, absolutamente nadie. ¿Por qué? Es muy difícil de hacer, necesitas una cantidad de dinero increíble, para llevar un equipo de investigadores, con esos monos y escafandras con los que solo aguantas tres horas, a ir cazando murciélagos para hacer un estudio de todo el continente africano, en diferentes países, para ir viendo dónde se encuentra el ébola y dónde no, para hacer la cartografía del virus. ¿Quién financia eso? Es algo costosísimo. Capturar murciélagos, tomando muestras, con todos las precauciones, para ver si tiene ébola... Haría falta un laboratorio de máxima seguridad y no hay ni uno en toda África, salvo en Sudáfrica. El estudio del origen en los murciélagos es algo que solo puede plantearse cuando no haya una epidemia en humanos sobre el terreno.
P. ¿No se pudo actuar de otra forma?
R. Tenemos un brote paralelo en Congo, pero allí están preparados, lo podían esperar. El brote de Guinea, apareció en una zona rural. E inmediatamente, después de confirmarse los primeros casos, la curva de nuevos contactos se frenó. Se creyó que estaba controlado, como en anteriores ocasiones. Y se dispara en el momento en que llega a las ciudades. Además, las fronteras que nosotros vemos ellos no las ven. Y ha surgido en una zona con costumbres terribles para el contagio del ébola. Si hubiéramos sabido que había ébola en la zona se hubiera podido hacer pedagogía explicando a la gente lo que no deben hacer. Hace falta tiempo para responder adecuadamente: ahora se ha visto que respuestas que fueron eficientes ahora han demostrado no serlo tanto. Pero esto no tiene nada que ver con que la comunidad internacional o los organismos hayan actuado tarde, sino que se ha pensado como se había pensado hasta ahora en anteriores brotes y en estos países se han añadido connotaciones que nunca se habían dado antes en anteriores brotes de ébola. La gente ahora tiene miedo, si además le decimos que los organismos no están haciendo su trabajo, que lo están haciendo mal, se van a sentir completamente desprotegidos y perdidos.
P. ¿Qué podemos aprender de este brote?
R. El gran error que tenemos es pensar que somos capaces de dominar la naturaleza. Cuando se nos critica es que la gente se cree que somos capaces de dominarlo todo y a la humanidad nos queda mucho por hacer.
 
 http://elpais.com/elpais/2014/10/03/ciencia/1412345697_250023.html
 

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