DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR

jueves, 9 de octubre de 2014

Casillas, Sánchez y Excalibur

Casillas, Sánchez y Excalibur

Juanma Iturriaga analiza la actualidad deportiva en una nueva entrega de su diario

6/10. Lunes

Me gustan los lunes. Sí, ya sé que voy en contra del himno de los Boomtown Rats y su I don´t like Mondays y del sentir de muchísimas personas, pero es cierto. Y una de las razones principales es porque los lunes son días de reflexión. Antes lo eran de información, pero la rapidez con la que accedemos a lo que acaba de ocurrir hace que para el lunes ya sabes de memoria lo que ha pasado el domingo, día deportivo por excelencia, lo has visto casi todo en la tele o en el ordenador, has leído las crónicas y los comentarios a pie de pista. Llegados a este punto, lo que te pide el cuerpo son análisis más sosegados, sin la premura que da la inmediatez. Es el momento de escuchar o leer a tus analistas de cabecera, que no todo es discusión, polémica y griterío en el universo mediático deportivo. Cierto que no dura mucho, pues el martes llegan de nuevo partidos y competiciones, pero es de agradecer este oasis que te permite encontrar un hueco para dejar a un lado los qués y los cómos y bucear en los porqués.
Siendo día de reflexión, era la jornada ideal para que Canal Plus emitiese la entrevista de Iñaki Gabilondo a Iker Casillas. La expectación era grande, pues desde que empezó el affaire, el que menos había hablado del tema era el propio Casillas. Pensar que Iker iba a poner a parir a Mourinho, Florentino Pérez o la afición era pensar demasiado, y Casillas es lo suficientemente inteligente como para echar mucha leña a un fuego que todavía no está apagado. Por lo que en la mayoría de las contestaciones ha habido que hacer un ejercicio de traducción de palabras, gestos y silencios. Pero bueno, a pesar de no bajar la guardia prácticamente en ningún momento, dejó alguna afirmación que, no por ser supuesta y hasta conocida, tenía la rotundidad de ser dicha por el propio protagonista. Me parece una buena idea que, aunque sea con demasiado retraso (él lo justificó su silencio por el bien del equipo) su opinión y sentimientos queden expuestos. Otra cosa es su interpretación y el grado de verdad que cada uno quiera darle, pues ahí entran a jugar posicionamientos previos. Pero al menos nos contó su versión de unos hechos en los que por encima de asuntos deportivos, estoy convencido que se le trató de una forma que ni su trayectoria ni su comportamiento merecían.
Antes de esto, las grandes estrellas del fin de semana, las chicas de baloncesto, se han dado un garbeo por diversos medios de comunicación más contentas que unas castañuelas mientras se explican desde diversos ángulos las razones de su éxito, una muesca más en nuestro pujante deporte femenino. La ecuación sería más o menos esta. Talento+espíritu colectivo+ambición+planificación adecuada+paciencia+armonía entre diferentes generaciones +experiencia de sus jugadoras en otros países: medalla de plata mundial. No deja de ser curioso que un hecho en principio desfavorable para un país como puede ser la fuga de talento, en el caso del deporte suele suponer un salto de calidad. El emigrar, conocer otras formas, estilos y culturas y madurar lejos del confort de tu propio país termina curtiendo y dando un plus de competitividad. Ocurrió con el fútbol o el baloncesto masculino, hasta hace no mucho refractario a la emigración y ahora ha vuelto a pasar con el baloncesto femenino.
Para terminar el día, lanzo un ruego que estoy seguro de que no va a ser escuchado. Por favor, no empecemos. Quedan ¡cien días!, catorce semanas, más de tres meses, y ya estamos dando la tabarra con el Balón de Oro. Y luego nos quejamos de El Corte Ingles, que pone las luces de Navidad en noviembre.

7/10. Martes

Como el día ha venido poco prolijo en asuntos deportivos, me voy a salir del carril y comentar una propuesta de nuestro querido gobierno. Hace 24 años comencé mi carrera televisiva en Telemadrid. Fueron buenos tiempos, los de una televisión joven y atrevida, plural y competitiva, refrescante y ambiciosa. No voy a relatar, pues es de sobra sabido, lo que ocurrió a partir de la llegada de Esperanza Aguirre al poder autonómico. Básicamente se pasó de ser un servicio público a ser una cadena al servicio de un partido, unos políticos y sus amigos. El deterioro ha sido monumental y el saqueo de sus arcas lo terminaron pagando unos cientos de trabajadores. Ahora mismo es una cadena residual, sin ningún prestigio ni credibilidad y con una audiencia irrisoria.
José Antonio Sánchez. / Susanna Sáez
En 2004 y tal como había anunciado en la campaña electoral, Zapatero sacó a RTVE del sectarismo político de los Urdaci y compañía y durante ocho años disfrutamos de una de las mejores épocas de nuestra radio televisión pública. Hace dos años y a los pocos meses de llegar al poder, el gobierno deshizo el camino y se volvió a hacer dueño y señor de un servicio que por definición debería ser de todos y para todos. Siendo infinitamente censurable esta marcha atrás, esta vuelta a la unilateralidad, el asunto se agrava cuando observamos que con sus elecciones demuestran que el modelo a seguir como ejemplo de una buena gestión es el de Telemadrid, y, de ahí que sea José Antonio Sánchez el propuesto para ser director de RTVE o que Julio Somoano dirija los informativos. Dos antiguos dirigentes que participaron activamente del desastre de la televisión publica madrileña.
Lo de José Antonio Sánchez es más sangrante, pues como muy bien cuenta Mariola Cubells en el Huffington Post en su currículo entran, entre otras hazañas, ejecutar el ERE de Telemadrid, ser imputado por cinco delitos y ser director general de TVE cuando lo del Prestige, las manifestaciones de No a la guerra, el atentado del 11 de Marzo o la huelga general, auténticos hitos de manipulación informativa, algunos de ellos condenados por instancias europeos. Bien, pues ante la dimisión de González Echenique, este es el hombre elegido. Para que luego nos hablen de regeneración democrática.

8/10. Miércoles

Hoy ha perdido Nadal frente a Feliciano y sobre su futuro sobrevuela una operación, la España futbolística está en Eslovenia intentando recomponerse y volver a ilusionar, nuestros chicos de la NBA juegan sus primeros partidos de pretemporada, las lesiones del piloto francés de F1 Bianchi tienen muy mala pinta y en Bolivia Butragueño y compañía jugaron un partidito con el presidente Evo Morales. Quizás en otro momento, estas historias tendrían su hueco, pero ¿alguien les habrá dedicado unos minutos en un día como hoy? Sospecho que no.
Rafael Nadal abandona la pista tras ser derrotado por Feliciano López, este miércoles. / DIEGO AZUBEL (EFE)
Y es que el asunto de la infección de una enfermera de Ébola se ha convertido en una bola de nieve informativa que crece sin parar. Desde que se hizo oficial la noticia, el impacto, reacciones y constante aparición de nuevos datos ocupa casi totalmente el espacio mediático y las conversaciones privadas. Según vamos conociendo más sobre lo ocurrido, crece la sensación que demasiadas cosas no se hicieron como deberían haberse hecho. Desde la repatriación de los dos enfermos cuando no existían los medios y protocolos suficientes para realizarlos con el máximo de seguridad, hasta el tratamiento a la contagiada cuando comenzó a tener síntomas, pasando por la política de ¿información? del ministerio de Sanidad dirigido por la incombustible Ana Mato. Todo junto hace que el olor a chapuza vaya ganando espacio con el paso de las horas.
La historia resulta muy significativa del mundo en qué vivimos, donde los problemas, enfermedades, guerras, dictaduras o atrocidades solo nos preocupan cuando nos afectan directamente. Podemos hacerles la ola a países que suspenden con un cero la asignatura de derechos humanos, o asistir sin hacer mucho por remediarlo a la observación del desangramiento africano, pero basta un caso que nos atañe para pasar de la indiferencia a la preocupación nacional, en algunos casos rozando la histeria. No solo eso, sino que si en su momento se negó la asistencia a la Hermana Paciencia, ayudante del padre Miguel Pajares, una vez superada la enfermedad, se le trajo a España para utilizar su sangre como posible cura.
Por no hablar del tema de Excalibur, el perro de la enfermera, auténtica estrella del día. He tenido perros desde hace muchos años y conozco perfectamente el vínculo emocional que creamos con ellos, por lo que llego a entender el llamamiento del marido para evitar su sacrificio. Me cuesta más racionalizar el circo montado a su alrededor y me cuestiono si esas protestas no deberían haberse enfocado hacia otro sitio y en otro lugar. Ante un problema de esta envergadura, que está causando miles de muertos en África y que en su llegada a España ha puesto de manifiesto muchos defectos y los estragos que está haciendo en nuestra Sanidad tanto recorte y privatización, que el primer y único acto de rebeldía haya sido para salvar a un perro da que pensar.
Posdata. Acabo de escuchar al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Resulta difícil caer tan bajo en el ejercicio de a mí no me miréis que lo nosotros lo hemos hecho perfecto. Nauseabundo en fondo y forma, coronado con ese chulesco y ofensivo yo tengo la vida resuelta. Algo hemos debido hacer muy mal en nuestras anteriores vidas para merecer este castigo.
 
 
 http://deportes.elpais.com/deportes/2014/10/09/actualidad/1412857558_347744.html

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