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sábado, 5 de noviembre de 2016

Pedro Almodóvar y Adriana Ugarte, en la presentación de 'Julieta' en Cannes.

'Julieta' coquetea con Europa

El año tiene una película. Quédense con el nombre: Toni Erdmann. Hasta cinco nominaciones a los Premios del Cine Europeo atesora la película de la alemana Maren Ade que, tras sorprender en Cannes, lleva camino de dejar del revés la mirada de cada espectador que toca. Contra ella (o con ella, según se mire) deberá competir la no menor perfección de Julieta, de Pedro Almodóvar. La producción del manchego opta al premio a la película, al director y a la actriz o, mejor, actrices, ya que tanto Emma Suárez como Adriana Ugarte figuran en la nómina de finalistas. Junto a ellas, Yo, Daniel Blake, de Ken Loach, con cuatro menciones; Elle, de Paul Verhoeven, con tres, y La habitación, de Lenny Abrahamson, con dos, completan la lista.
Entre el resto de candidatos, destaca la presencia de Javier Cámara por su papel en Truman, de Cesc Gay. Eso y la candidatura de Psiconautas, de los españoles Alberto Vázquez y Pedro Rivero, a mejor cinta de animación. Eso y la doble nominación al director y guionista rumano Cristian Mungiu por su trabajo en Graduación. Eso y el más que seguro premio a Isabelle Huppert por su algo más que incontestable trabajo en Elle. Eso y la imperdonable ausencia de, por ejemplo, Sieranevada, de Cristi Puiu. Y eso.
De esta guisa, Pedro Almodóvar vuelve a competir con su vigésima película por una estatuilla que se le resiste. Pese a la insistencia. Dos veces ha ganado el premio a mejor director con Volver y Hable con ella, con la que también se hizo con la estatuilla al mejor guión. Todo ello, además de haber sido honrado con el premio a toda la carrera en 2013, de haber conseguido el premio del público tres veces y de, tiempo atrás, ser señalado como el realizador joven del año con Mujeres al borde de una ataque de nervios.
Y así las cosas, el melodrama sobre la pérdida, la reconciliación y la herida que es Julieta lo tendrá algo más que duro contra Toni Erdmann. No conviene olvidar que el grueso de los afiliados que votan en la EFA son alemanes, la sede está en Berlín y, lo más importante, la cinta de Maren Ade es sencillamente irrefutable.
Para situarnos, la película cuenta la historia de un padre que, atentos, la única manera que tiene de relacionarse con su hija es gastándole bromas. Muy pesadas y, de nuevo, muy tristes. De esta desusada y atípica manera, la directora se las arregla para sacar adelante una comedia tan extravagante como existencialmente dolorosa. Y no decimos absurda, por evidente. Toda la película se resuelve en la incomodidad de una hija perdida (es una ejecutiva alemana afincada en Bucarest) y un progenitor a la fuga (músico jubilado o algo peor).
Entre risa y carcajada, la directora acierta a trazar con una perfección rara el perfil no tanto de la institución familiar, que también, como de la máscara con la que padre e hija se reconocen y se huyen. Y ahí, en ese lugar irreal y profundamente humano de representaciones equivocadas (¿quiénes somos para los demás?), estamos todos. El resultado es una película tan original y arriesgada como, ya se ha dicho, hilarante. Cinco nominaciones, de momento, la avalan. Y las que vendrán. Julieta lo tiene difícil.

 http://www.elmundo.es/cultura/2016/11/05/581dd409468aebb5578b4596.html

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