La oscura vida sexual de los Mountbatten: "A él le gustaban los niños"
Una
nueva biografía de los tíos del Príncipe Carlos desvela la escalada de
depravación del matrimonio Mountbatten: él, pedófilo, ella, ninfómana
A
la luz de los focos, Louis y Edwina Mountbatten se convirtieron en el
matrimonio más brillante de la sociedad del periodo de entreguerras. Él,
un joven y apuesto militar miembro de la realeza que llegó a ser el último virrey de la India,
y ella "la mujer más bella de Inglaterra", protagonizaron en 1922 una
boda que marcaría una década. Pero, a la sombra de su esplendor, creció
sin embargo una oscuridad que les llevó a ella a la ninfomanía y a él a
la pederastia. "Le gustaban los niños muy pequeños...", reconoce
a LOC Andrew Lownie, que ha publicado un libro sobre sus vidas
aprovechando el 40 aniversario del asesinato de Louis a manos del IRA.
Para su nueva biografía, titulada Vida y Amores de Los Mountbatten, el autor ha accedido a "archivos del FBI, viajando alrededor del mundo recopilando informes y entrevistado a más de 100 personas" acerca de la vida de los Mountbatten, aportando una nueva perspectiva sobre la vida íntima de los primos de la reina Isabel. El mismo FBI los catalogó de "personas de una moral extremadamente baja".
EEUU decidió investigar a los Mountbatten cuando Louis, más conocido como Dickie, se convirtió en el comandante supremo de las fuerzas aliadas en el sudeste asiático en 1944, donde supuestamente aprovechó para satisfacer sus inclinaciones sexuales con otros hombres e incluso con menores de edad.
"Tenía una especie de fetiche con los uniformes, le encantaban los hombres guapos con uniformes y botas altas, aunque también le gustaban los niños con sus vestimentas escolares", explica en el libro Anthony Daly, que ejerció la prostitución en los 70 en ambientes de la alta sociedad británica poco después de que el Reino Unido despenalizase la homosexualidad. Uno de sus chóferes, Ron Perks, asegura que en 1948 solía llevarle a la Casa Roja, un burdel cerca de Rabat que se había convertido en un "mercado homosexual utilizado por los oficiales veteranos de la Marina".
"Para mí no existe ninguna duda de que era un pedófilo, y seguramente sea porque abusaron de él cuando tenía 14 años. He entrevistado a dos personas de las que abusó cuando tenían 16 años y otro de sus conductores, Normand Neill, ha llegado a hablar de chicos muy jóvenes vestidos como niños pequeños que es como a él le gustaban", apostilla Lownie, que cuenta en su libro que incluso llegaron a apodar a Louis como 'Mountbottom' (culo sobre el que montar). "Muchos de ellos formaban parte del Ejército y no salieron a la luz por miedo y porque ser homosexual fue un crimen en este país hasta 1967 y Dickie formaba parte de una institución muy poderosa".
La relación de lord Mountbatten con la casa real inglesa no fue, además, meramente testimonial. No solo nació en Frogmore, donde se está criando el primogénito del príncipe Enrique y Meghan Markle, que de hecho se llama Archie Mountbatten-Windsor, sino que también parece que el príncipe Luis, tercer hijo de los duques de Cambridge, se llama así por él. Durante años fue el consejero de la reina Isabel "porque le conocía desde pequeña y tenía más experiencia que ella en el mando", convirtiéndose en una "influencia muy importante" para la monarca y en el mentor de su heredero, el príncipe Carlos.
"Claro que en la familia real sabían de las inclinaciones sexuales de Dickie, incluso de su pederastia, pero debieron confiar en él. No por ser un pedófilo tienes que abusar de todos los menores con los que te relaciones, y mucho menos del hijo de tu sobrina", analiza Lownie durante su entrevista con este suplemento. "No tengo pruebas de que su esposa lo supiera, pero yo creo que sí. A ella le vino muy bien su matrimonio con él por todos los contactos que hizo con la casa real".
Edwina fue la que dio el pistoletazo de salida a la espiral de depravación en la que se sumergió la pareja, ya que él, que "era mucho más tradicional", se sintió "destrozado" cuando se enteró de las infidelidades de ella a los pocos meses de estar casados.
Louis, que también inició una vida sexual paralela, llegó a admitir que se pasaron el matrimonio "metiéndose en la cama de otra gente", aunque no siempre fue así. "Él estaba mucho más enamorado que ella, de eso no hay duda, pero se tenían mucha estima entre sí. Eran una pareja pública que, aunque tuviesen sus propias vidas y amantes, se respetaban mucho el uno al otro. Hay que tener en cuenta que llegaron a tener dos hijas juntos", apunta Lownie.
A pesar de que supuestamente se casaron siendo vírgenes, en el libro se descubre que Edwina le pidió ir a pasar la luna de miel a París para explorar "los lugares más oscuros que podamos encontrar", desvelándole una pasión por el sexo que él, que lo consideraba "una mezcla de psicología e hidráulicos", no compartía en ese momento. Aun así, llegó a trascender que apodaba a los senos de ella como Mutt y Jeff, dos palabras que se utilizaban en la jerga naval para referirse a las medallas.
Proveniente de una familia de aristócratas londinenses, Edwina Ashley era heredera de una fortuna que rondaba los 2,2 millones de euros, que se calcula que sean el equivalente a 60 millones de euros actuales, justo antes de casarse. Se puso tan celosa de su propia hija cuando ésta nació en 1924, que decidió contratar a una niñera para explorar su sexualidad. "Una vez, cuando mi madre volvió de hacer unas compras, recuerdo que le dijeron: 'Tiene al señor Larry Gray esperando en la sala de dibujo, al señor Sandford en la biblioteca, al señor Ted Phillips en el tocador, al señor Portago en la antesala... y no sé qué debo hacer con el señor Molyneux'", relata Pamela Hicks, la pequeña de sus dos hijas, sobre una época en la que Louis se hallaba realizando misiones para la Marina británica.
"He recibido una nueva información que no aparece en el libro pero que apunta a que Edwina acudió a un médico para tratar su ninfomanía durante los años 30", aporta Lownie a LOC.
DIAMANTES PARA EL PENE
Las infidelidades "destrozaron" a su padre, que como no pudo llevar a cabo el divorcio decidió acceder a la petición de Edwina de tener un "matrimonio abierto" y "discreto" diseñado para satisfacer "el deseo y la felicidad" de su madre. Dos amores marcarían la vida de la señora Mountbatten a partir de entonces; el cantante negro Leslie 'Hutch' Hutchinson, lo que habría sido un escándalo para la época, y el primer ministro de la recién independizada India, Jawaharial Nehru.Hutch, con el que cuentan que una vez tuvo que acudir al hospital tras quedarse atascados por su vaginismo mientras copulaban, era un músico bisexual al que regaló, entre otras cosas, una funda para el pene forrada con diamantes de Cartier. Dickie, resignado, llegó a decirle a un amigo: "Estoy solo, triste y borracho... Hutch tiene un pene como un tronco de grande y se está follando a mi mujer en este momento". Aun así, pagó por su entierro y su lápida cuando este falleció.
Cuando en 1947 a Louis le nombraron virrey de la India para supervisar el proceso de transición durante su independencia, Edwina "se enamoró perdidamente" de Nehru, el nuevo primer ministro, con el que mantuvo "una relación espiritual, romántica y física". Pamela llegó a hablar de "un trío feliz", e incluso se especuló con que compartiesen relaciones sexuales, pero lo cierto es que Dickie admitió a su hija en una carta que se les veía "muy felices juntos".
Mientras que Edwina falleció supuestamente de un paro cardíaco en 1960 a los 58 años de edad, aunque Lownie asegura no haber encontrado registros que así lo atestigüen, Louis, que parece que dedicó sus últimos años a explorar su sexualidad, fue víctima de un atentado en 1979 en el que también murieron su nieto de 14 años, su nueva mujer y un miembro de la tripulación de 15 años. "Le retiraron la protección poco antes de ser asesinado cuando era un momento complicado, así que o bien se trató de un error o fue una conspiración", apunta el biógrafo.
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