Manolo Escobar, a examen

Manolo Escobar es un caso aparte: su "Porompompero" (1960) fue la primera rumba de éxito en nuestro país, pero había sido escrita por unos clásicos de la copla (Ochaíta, Valerio y Solano) y Manolo Escobar no fue el primero en cantarla: según Manuel Román tuvo que pedir permiso a El Príncipe Gitano. Manolo Escobar la grabó en 1960, pocos años antes de que Peret y Antonio González 'Pesca' iniciaran en Barcelona su colección de éxitos. Aún hoy permanece el duelo entre Peret y el 'Pescailla' por adjudicarse el invento de la rumba catalana.
Hay evidentes diferencias estilísticas entre los gitanos de la calle de la Cera (liderados por Peret) y los del barrio de Gracia (por el 'Pesca'). Y hay razones estéticas para considerar que Manolo Escobar pertenece a otra especie, aunque coincidió en el tiempo y en el espacio con los rumberos mencionados.
Manolo García Escobar llegó a Barcelona a los 15 años. Viajaba con sus hermanos Baldomero y Salvador, con los que actuaba en los descansos del cine de su padre en Almeria mientras se cambiaban los rollos de películas. Estamos en 1946, son los años del estraperlo y del pan negro. Metidos en una pensión en el Barrio Chino, a unos metros de la Ramblas y del Paralelo, los hermanos Escobar contemplan la cruda realidad. Frío y miseria mezclados con coplas y sexo. Encuentran trabajo en la industria y consiguen un piso en Badalona, como otros muchos emigrantes: los gitanos que viven en la calle La Cera y en Gracia, han nacido allí.

 Pero la antigua rondalla de guitarras de los hermanos García Escobar encuentra en Barcelona una manera más moderna y alegre de expresarse. Hay en el ambiente algo diferente. En el teatro Amaya, en el Paralelo, se celebran los concursos de 'boogie' donde se proclaman campeones, una semana sí y otra también un grupo de gitanos y payos que responden al sonoro nombre de "los gitanos del swing" que bailan al fogoso ritmo de los negros de Harlem.

Los primeros discos de Escobar para el sello Orfeo a finales de los años 50 son una mezcla de copla y pasodoble. A estas alturas el Pesca ya se había casado con Lola Flores y vivía en Madrid y Peret alternaba su viajes a la Argentina a vender telas con actuaciones en lugares de la costa.

Dispongo de turistas

Antes del cambio a la década de los 60, se hizo evidente la presencia de turistas. Manolo se casa con una alemana y obtiene los primeros contratos en su país. De vuelta a casa, es Juanito Valderrama el que lo contrata para un gira que llena plazas de toros y con el que contrasta su vocación popular. Es ahí cuando Manolo Escobar decide ir en solitario. Al fin y al cabo, Valderrama continúa las maneras de cantar de Angelillo, una de las grandes estrellas de tiempos de la república. Toca cambio generacional.
Escobar coincide en el sello Belter con Lola Flores y El Pesca (en su época rumbera) pero aunque utilicen los mismos micrófonos son evidentes las diferencias. Allí, en Belter, le presentan una canción que Manolo Escobar ve como una colección de tópicos escrita por dos holandeses, Caerts y Rozenstraten, e interpretada por una cantante belga. Al final Manolo cede y se publica en 1973 'Y viva España', lo que nos faltaba por oír justo antes de la muerte de Franco. Un ataque de caspa.
Hoy, Peret y Antonio González 'Pesca' han sido reivindicados por su gusto por los ritmos caribeños. Manolo Escobar consagró su estilo a lo español, sin asociarlo a la rumba y hay un elemento diferencial que dibuja la frontera. Manolo puede llevar a sus hermanos tocando algo parecido al "ventilador" (la forma característica de tocar la guitarra en la rumba catalana) pero no lleva palmeros. Digamos que la excepción se encuentra en la versión del 'Porompompero' que aparece en su primera película ('Los guerrilleros', 1963).
Ni Los Manolos, ni cualquiera de los grupos de rumba que han aparecido en los últimos años han reivindicado a Manolo Escobar. Tenemos que irnos hasta 1983 cuando Manuel Malou y los toreros After-Olé realizaban una versión punk del 'Porompompero'. El experto rumbero Txarly Brown ha incluido en su excelente libro 'Achilibook' dos portadas de Manolo Escobar. Pero no ha considerado que su obra fuera reseñable con un perfil biográfico.
 

 

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