Los nuevos anticonceptivos elevan ligeramente el riesgo de trombosis
Alrededor del 9% de las mujeres en edad reproductiva de todo el mundo
utilizan anticonceptivos orales. El porcentaje es el doble si nos
referimos a los países desarrollados. Y es que la píldora es un método
muy popular que, si bien no previene contra las enfermedades de
transmisión sexual, es altamente efectiva a la hora de evitar los
embarazados no deseados.
Desde su invención, no ha dejado de trabajarse en su innovación, y hoy ya tenemos las llamadas píldoras de segunda generación, y las marcas que las comercializan se cuentan por decenas. Así mismo, se continúa investigando sobre sus efectos, y también sobre sus riesgos.
Ahora, un estudio del British Medical Journal (BMJ) y realizado en mujeres de entre 15 y 49 años pone cifras a algo que, según la comunidad médica, "ya se sabía", y es que este método anticonceptivo aumentaría el riesgo de desarrollar coágulos de sangre. Es decir, trombosis.
"Esto es algo que ocurre con todos los anticonceptivos hormonales combinados (los que mezclan un estrógeno con un gestágeno), como son la píldora, el anillo vaginal, y el parche", explica a EL MUNDO José Vicente Navarro, presidente de la Fundación Española de Contracepción.
Según explica a este periódico José Ramón Serrano, presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), "el riesgo viene dado por el estrógeno, pero desde hace años, se vienen usando dosis de estrógenos muy pequeñas, inferiores a 35 microgramos". Además, apunta, "en función del gestágeno con el que se combine este estrógeno, el riesgo se ve incrementado".
Y justamente a este aspecto es a lo que hace referencia el estudio que hoy publica el BMJ: las píldoras que combinan la drospirenona, desogestrol, gestrodeno o ciprotenona -que se corresponderían con las formulaciones más novedosas- son las que más riesgo tienen. En cambio, las que combinan gestágenos más antiguos, como son el levonorgestrel, la noretisterona o el normgestimato , se asocian a un riesgo menor. No obstante, tal y como apunta Navarro, "la práctica totalidad de las que están en el mercado en estos momentos están compuestas por nuevos gestágenos".
Mientras que con las antiguas píldoras, el riesgo de una trombosis sería unas dos veces y media mayor respecto a las mujeres que no toman la píldora, con las nuevas, el riesgo sería se incrementa unas cuatro veces, tal y como apunta el BMJ. Dicho riesgo, además de variar en función del tipo de píldora que se consuma, también varía con el tiempo, ya que se va reduciendo una vez pasado el año de uso.
Este experto habla de que el peligro no está tanto en la píldora en sí misma, sino en la mujer que la consume: "el problema está en la usuaria, hay mujeres que están predispuestas a la trombosis", explica.
"Este riesgo -apunta Navarro- lo único que nos dice es que, cuando un médico vaya a prescribirle la anticoncepción hormonal combinada a una mujer, habría que hacerle una historia clínica detallada para ver si tiene factores de riesgo que desaconsejen esta vía".
¿Y cuáles serían esos riesgos? Básicamente, "ver si existe un riesgo de trombosis en la familia, o si hay una alteración en la coagulación de la sangre". Serrano añade además dos importantes datos a tener en cuenta: "el tabaquismo y la obesidad aumentan el riesgo de trombosis, y estos factores deben tenerse en cuenta al realizar la elección del método anticonceptivo". Para el resto de casos, apuntan los expertos, no hay ninguna limitación.
Desde su invención, no ha dejado de trabajarse en su innovación, y hoy ya tenemos las llamadas píldoras de segunda generación, y las marcas que las comercializan se cuentan por decenas. Así mismo, se continúa investigando sobre sus efectos, y también sobre sus riesgos.
Ahora, un estudio del British Medical Journal (BMJ) y realizado en mujeres de entre 15 y 49 años pone cifras a algo que, según la comunidad médica, "ya se sabía", y es que este método anticonceptivo aumentaría el riesgo de desarrollar coágulos de sangre. Es decir, trombosis.
"Esto es algo que ocurre con todos los anticonceptivos hormonales combinados (los que mezclan un estrógeno con un gestágeno), como son la píldora, el anillo vaginal, y el parche", explica a EL MUNDO José Vicente Navarro, presidente de la Fundación Española de Contracepción.
Según explica a este periódico José Ramón Serrano, presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), "el riesgo viene dado por el estrógeno, pero desde hace años, se vienen usando dosis de estrógenos muy pequeñas, inferiores a 35 microgramos". Además, apunta, "en función del gestágeno con el que se combine este estrógeno, el riesgo se ve incrementado".
Y justamente a este aspecto es a lo que hace referencia el estudio que hoy publica el BMJ: las píldoras que combinan la drospirenona, desogestrol, gestrodeno o ciprotenona -que se corresponderían con las formulaciones más novedosas- son las que más riesgo tienen. En cambio, las que combinan gestágenos más antiguos, como son el levonorgestrel, la noretisterona o el normgestimato , se asocian a un riesgo menor. No obstante, tal y como apunta Navarro, "la práctica totalidad de las que están en el mercado en estos momentos están compuestas por nuevos gestágenos".
Mientras que con las antiguas píldoras, el riesgo de una trombosis sería unas dos veces y media mayor respecto a las mujeres que no toman la píldora, con las nuevas, el riesgo sería se incrementa unas cuatro veces, tal y como apunta el BMJ. Dicho riesgo, además de variar en función del tipo de píldora que se consuma, también varía con el tiempo, ya que se va reduciendo una vez pasado el año de uso.
El riesgo existe pero es pequeño
A pesar de estas cifras, Navarro asegura que las posibilidades de que se produzca un accidente de este tipo son pequeñas: "El riesgo absoluto de que una mujer sana que consuma la píldora anticonceptiva acabe desarrollando una trombosis es muy muy bajito". Y añade: "dicho riesgo siempre sería mucho menor que si la mujer se queda embarazada", ya que ésta es una de las complicaciones típicas de la gestación.Este experto habla de que el peligro no está tanto en la píldora en sí misma, sino en la mujer que la consume: "el problema está en la usuaria, hay mujeres que están predispuestas a la trombosis", explica.
'Su seguridad está garantizada'
A pesar de que Navarro insiste en que el riesgo es muy pequeño, no está de más preguntarse si estos datos recogidos en el estudio ponen en tela de juicio la seguridad de la píldora anticonceptiva. A este respecto, el presidente de la SEC se muestra tajante: "La píldora es muy muy segura. La toman diariamente miles de millones de mujeres y su seguridad está garantizada"."Este riesgo -apunta Navarro- lo único que nos dice es que, cuando un médico vaya a prescribirle la anticoncepción hormonal combinada a una mujer, habría que hacerle una historia clínica detallada para ver si tiene factores de riesgo que desaconsejen esta vía".
¿Y cuáles serían esos riesgos? Básicamente, "ver si existe un riesgo de trombosis en la familia, o si hay una alteración en la coagulación de la sangre". Serrano añade además dos importantes datos a tener en cuenta: "el tabaquismo y la obesidad aumentan el riesgo de trombosis, y estos factores deben tenerse en cuenta al realizar la elección del método anticonceptivo". Para el resto de casos, apuntan los expertos, no hay ninguna limitación.
http://www.elmundo.es/salud/2015/05/27/5564596a268e3edd148b4583.html
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