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lunes, 14 de noviembre de 2011

El 5 de diciembre aparece «Lioness: Hidden Treasures», que ofrece varios temas de la diva del soul que descartaron editar en su día

La malograda cantante, en un concierto

Siempre polémica Amy

El 5 de diciembre aparece «Lioness: Hidden Treasures», que ofrece varios temas de la diva del soul que descartaron editar en su día
 
Cuesta todavía escuchar a Amy  tras su trágica desaparición en julio. Seis meses después ve la luz el  5 de diciembre su disco póstumo, «Lioness: Hidden Treasures». Aparentemente, ha sido el resultado del esfuerzo de los productores de sus antiguos trabajos, Mark Ronson y Salaam Remi, junto con los padres de la artista y su casa de discos, Island Records. Curioso que sea ésta la que  haya participado en el proyecto, cuando hace sólo dos años, a la vuelta del retiro que Winehouse se tomó en una isla caribeña, no quisieron publicar su nuevo álbum por la influencia que el reggae tenían en esas canciones. La cosa sería rara de haberlo compuesto en San Petersburgo, y si a ello le sumamos que Island nació a raíz del éxito de Bob Marley y demás compadrería rastafari, el tema resulta extraño.

La primera canción que ya se ha filtrado en internet, «Like Smoke», es una colaboración que Amy grabó en 2008 junto al rapero Nas y que descartaron para su disco «Back to Black». De hecho, el estilo es asombrosamente parecido. Se nota el trabajo de Ronson. Otro de los temas que incluye el álbum es el que grabó junto al gran Tony Bennet, «Body and Soul», y que habla sobre su tormentosa relación con su ex marido y que grabó tan sólo un mes antes de fallecer. El resto lo componen algunas versiones de sus grandes éxitos, que la inglesa grabó de diferente maneras e incluso dos o tres temas de los que compuso cuando estuvo en su exilio voluntario caribeño y que descartaron editarlas en su día. 

Por sus flacas caderas
Ronson y Remi reconocen que los beneficios que generen con este disco los destinarán a la Fundación Amy  Winehouse, aunque habrá que ver si hacen igual  los de la discográfica, lo que sorprendería a más de uno y dudo que llegue a ocurrir. Lo que sí se sabe es que no fue fácil ponerse de acuerdo para dar luz verde a este trabajo. Tanto la familia como Island Records tenían un interés especial en sacarlo cuanto antes, no así los productores, quienes no piensan que con estas prisas se alcancen las ventas que parecen haber calculado ya las otras partes interesadas. Es increíble recordar que este disco sólo sería el tercer lanzamiento de Winehouse, que con únicamente  dos trabajos publicados se ha convertido en una estrella absoluta. Y es que además del talento desbordado que le caía por sus flaquísimas caderas, no cayó en el error del mediocre y siempre tuvo las narices de no dejarse vender por nada ni nadie.

Bromfield,  digna sucesora
A pesar del tremendo vacío que dejó Winehouse al fallecer, numerosas cantantes han surgido tras su estela. La más digna sucesora es Dionne Bromfield (en la foto), a la que la propia Amy amadrinó musicalmente cuando la vio por primera vez e incluso llegó a cantarle los coros y a proporcionarle banda para la grabación de «Mama Said», una versión en la que Bromfield muestra la pasta de la que está hecha.Por cierto, Broomfield odia la droga porque la considera culpable de la muerte de Amy Winehouse. 

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