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sábado, 2 de marzo de 2013

Aprende cómo hacer que la hora de la comida deje de ser una pesadilla...

Mi hijo, ¡Qué mal come!
Es una de las frases más repetidas en las consultas pediátricas. Aprende cómo hacer que la hora de la comida deje de ser una pesadilla...

Con calma, paso a paso
Los pediatras siempre dicen que “mi niño no me come” es una de las frases más escuchadas en sus consultas y uno de los dramas más frecuentes entre los padres. La realidad es que los niños, desde que nacen hasta el primer año, suelen engordar siete kilos; mientras que, desde el primer año hasta el quinto, suelen engordar aproximadamente dos kilos cada año. Esta diferencia a la hora de ganar peso se puede convertir en un drama para los padres, que observan como sus pequeños, cada vez, comen menos. ¡Tranquilidad! Esa falta de apetito es normal. En sus primeros meses de vida los niños necesitan muchas calorías para crecer rápidamente. A partir del año, la cosa cambia y sus necesidades son menores, por lo que requieren menos calorías. Es un proceso natural que se llama anorexia fisiológica.


Las pautas para acabar con este problema
Cuando cumplen cinco años, si la hora de la comida sigue siendo una tortura es porque muchos niños no aceptan de forma natural los alimentos. Anótate los trucos, sin olvidar el ingrediente estrella de esta receta: la paciencia.

•Cuando tu hijo empiece con la comida complementaria aprovecha para incluir toda la diversidad de alimentos que puedas, de distintos sabores y texturas, para que se acostumbre a todo tipo de alimentos. Hasta los tres años, los pequeños son curiosos y se muestran con ganas de experimentar.
 •Si ya es mayorcito, la compra es una buena estrategia. Procura hacer la compra con tu hijo y muéstrale la gran variedad de alimentos. Déjale que seleccione él la fruta o la verdura.
 •La preparación de la comida es cosa de dos. ¿Qué mejor “pinche” de cocina que tu pequeño? Déjale que mezcle los ingredientes para que se muestre favorable a aprobarlos.
 •Un menú, una diversión. ¿Por qué el menú ha de ser algo aburrido? Intenta hacer divertida la comida con colores atractivos o formas curiosas. Prueba a “disfrazar” los alimentos con los que sueles tener más problemas; por ejemplo, pizza de pescado.
 •No existe el menú para los pequeños y menús para adultos. Es una forma de limitar los alimentos, además de enseñarle que hay alimentos buenos y malos, cuando eso no es cierto. Todos son buenos, pero algunos hay que consumirlos con menos frecuencia.

Errores de padres novatos!
Toma nota de lo que NO debes hacer:

•Él no decide cuánto va a comer.
•No ofrezcas más de dos pequeños tentempiés entre las comidas principales y solo si el niño los pide.
•Si puede comer él sólo no intentes ayudarle.
•Ponle trocitos para que coma con las manos.
•Se puede limitar la cantidad de leche a medio litro al día.
•Sirve porciones pequeñas de alimento (incluso más pequeñas de lo que pensáis que puede comer).
•Procura poner siempre algún alimento que le guste más.
•El momento de las comidas debe ser agradable.
•La conversación no debe girar en torno a la comida y no la prolongues innecesariamente.
•El apetito del niño mejorará cuando tenga más edad y necesite comer más para su crecimiento y desarrollo.

¡Ya me gusta el pescado!
Suele ser uno de los alimentos que producen batallas épicas familiares. Quizás su sabor fuerte (en especial el pescado azul) o bien, por sus raspas. Además, prepararlo de forma atractiva puedes a disimular su sabor. Para ello, intenta macerarlo con limón o hierbas aromáticas.

Otro de los trucos, para lograr que el pescado sea el amigo de tus hijos, es seleccionar las partes del pescado que no tienen raspas, tales como los lomos o los filetes.
http://www.sabervivir.es/contenido.php?seccion=1711&idnoticia=68

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