Los biomarcadores tumorales permitirán 'rediseñar' los ensayos
"Vamos hacia una nueva clasificación de los cánceres según sus características moleculares", subraya el científico español Josep Baselga, jefe de la División de Oncología y Hematología del Massachusetts General Hospital Cancer Center (MGHCC), y esa concreción permitirá una creciente personalización de las terapias, que también pasa por el diseño de nuevos tipos de ensayos clínicos. Esta es la base del nuevo Programa Fundación BBVA para la Investigación en Biomarcadores Tumorales, cuyo convenio de creación ha sido firmado esta semana por el director general del Instituto Oncológico del Vall d'Hebron (VHIO) barcelonés, Andrés de Kelety; el presidente de la fundación que da nombre al proyecto, Francisco González, y el propio Baselga. La idea para 'rediseñar' esos estudios es que los pacientes, en vez de incorporarse como ahora por su tipo de tumor, lo hagan por las mucho más concretas características moleculares de su tumor.
El experto del MGHCC recuerda que los biomarcadores moleculares permiten ya "medir el progreso de la enfermedad y los efectos de la terapia" aplicada, lo que los convierte en un cimiento fundamental de los tratamientos dirigidos y en una auténtica "llave del futuro" terapéutico en oncología. De hecho, apunta, "cuando un marcador se asocia al beneficio de un fármaco, se incorpora enseguida". Surge así una plataforma de descubrimiento en la que centros punteros como los dos firmantes del convenio analizan de modo rutinario 200 mutaciones sobre las que existen fármacos y se puede actuar.
Se trata, dice Baselga, de "interrogar al tumor en tiempo real" para adaptar la estrategia terapéutica a las necesidades de cada momento. Dado que el tumor tiene gran "capacidad de adaptarse al bloqueo" farmacológico de sus distintas vías de crecimiento, el objetivo es "ver las vías alternativas para poder atacarlo de modo inteligente" y eficaz. El telón de fondo es serio, ya que en 2030 se diagnosticarán 20 millones de cánceres anuales y habrá 13,1 millones de muertes por tumores (en España serán 160.000 y 90.000 respectivamente). Y para enfrentarlo serán decisivos los tratamientos dirigidos, que atacan solo a las células tumorales y provocan menos efectos secundarios.
La fórmula está dando ya resultados, subrayó Baselga, que citó el ejemplo de la mutación del gen B-RAF en melanoma metástasico, que ha "cambiado el pronóstico" al anticipar la respuesta positiva a un fármaco bautizado como PLX4032. En este contexto, el Programa Fundación BBVA para la Investigación en Biomarcadores Tumorales (sus 2,5 millones de euros de financiación se repartirán a partes iguales entre el MGHCC, que por su parte igualará la aportación recibida de la fundación, y el VHIO) se compromete a compartir sus resultados con el resto de la comunidad científica y, sobre todo, a garantizar su "acceso inmediato a los pacientes". El proyecto se centrará al principio en los tumores de colon, mama y pulmón, para extenderse después a otros como el melanoma, el cáncer de próstata y los linfomas.
El experto del MGHCC recuerda que los biomarcadores moleculares permiten ya "medir el progreso de la enfermedad y los efectos de la terapia" aplicada, lo que los convierte en un cimiento fundamental de los tratamientos dirigidos y en una auténtica "llave del futuro" terapéutico en oncología. De hecho, apunta, "cuando un marcador se asocia al beneficio de un fármaco, se incorpora enseguida". Surge así una plataforma de descubrimiento en la que centros punteros como los dos firmantes del convenio analizan de modo rutinario 200 mutaciones sobre las que existen fármacos y se puede actuar.
Se trata, dice Baselga, de "interrogar al tumor en tiempo real" para adaptar la estrategia terapéutica a las necesidades de cada momento. Dado que el tumor tiene gran "capacidad de adaptarse al bloqueo" farmacológico de sus distintas vías de crecimiento, el objetivo es "ver las vías alternativas para poder atacarlo de modo inteligente" y eficaz. El telón de fondo es serio, ya que en 2030 se diagnosticarán 20 millones de cánceres anuales y habrá 13,1 millones de muertes por tumores (en España serán 160.000 y 90.000 respectivamente). Y para enfrentarlo serán decisivos los tratamientos dirigidos, que atacan solo a las células tumorales y provocan menos efectos secundarios.
La fórmula está dando ya resultados, subrayó Baselga, que citó el ejemplo de la mutación del gen B-RAF en melanoma metástasico, que ha "cambiado el pronóstico" al anticipar la respuesta positiva a un fármaco bautizado como PLX4032. En este contexto, el Programa Fundación BBVA para la Investigación en Biomarcadores Tumorales (sus 2,5 millones de euros de financiación se repartirán a partes iguales entre el MGHCC, que por su parte igualará la aportación recibida de la fundación, y el VHIO) se compromete a compartir sus resultados con el resto de la comunidad científica y, sobre todo, a garantizar su "acceso inmediato a los pacientes". El proyecto se centrará al principio en los tumores de colon, mama y pulmón, para extenderse después a otros como el melanoma, el cáncer de próstata y los linfomas.
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