Electrodos contra los trastornos obsesivos
Un hombre afectado por un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) fue sometido en el Hospital La Fe de Valencia a una psicocirugía, una intervención que, mediante la introducción de electrodos en el cerebro, permitirá mejorarle los síntomas de un problema que puede llegar a invalidarlo por completo.
La intervención, una técnica puntera de cirugía cerebral que solo practica un reducido número de hospitales españoles, fue realizada por la Unidad Multidisciplinar de Estimulación Cerebral Profunda del Hospital Universitari i Politécnic La Fe de Valencia.
La estimulación cerebral profunda (ECP) es un procedimiento quirúrgico que consiste en implantar electrodos conectados a un dispositivo neuroestimulador en áreas predeterminadas del cerebro.
A través del neuroestimulador se transmite corriente eléctrica a la punta del electrodo con la intención de modular la actividad cerebral y restaurar, así, el funcionamiento normal de los circuitos cerebrales que se encuentran alterados en algunas enfermedades psiquiátricas, como el TOC.
Este trastorno, una enfermedad mental que se caracteriza por pensamientos y obsesiones que aparecen de forma impulsiva y repetitiva, afecta a entre un dos y tres por ciento de la población.
Hasta el momento, los pacientes con TOC resistentes al tratamiento convencional podían someterse a una cirugía ablativa, un proceso irreversible con el que se lesiona de forma controlada una zona cerebral.
La intervención, una técnica puntera de cirugía cerebral que solo practica un reducido número de hospitales españoles, fue realizada por la Unidad Multidisciplinar de Estimulación Cerebral Profunda del Hospital Universitari i Politécnic La Fe de Valencia.
La estimulación cerebral profunda (ECP) es un procedimiento quirúrgico que consiste en implantar electrodos conectados a un dispositivo neuroestimulador en áreas predeterminadas del cerebro.
A través del neuroestimulador se transmite corriente eléctrica a la punta del electrodo con la intención de modular la actividad cerebral y restaurar, así, el funcionamiento normal de los circuitos cerebrales que se encuentran alterados en algunas enfermedades psiquiátricas, como el TOC.
Este trastorno, una enfermedad mental que se caracteriza por pensamientos y obsesiones que aparecen de forma impulsiva y repetitiva, afecta a entre un dos y tres por ciento de la población.
Hasta el momento, los pacientes con TOC resistentes al tratamiento convencional podían someterse a una cirugía ablativa, un proceso irreversible con el que se lesiona de forma controlada una zona cerebral.
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