DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR

sábado, 9 de julio de 2011

«Los trasplantes de útero no son razonables» El doctor Pedro Cavadas realizó el primer tranplante de dos manos y el primero de cara de España

Pedro Cavadas, premio de Ciencia de la Fundación Cristobal Gabarrón, afirma que con este tipo de intervenciones «lo único que puede ganar la receptora es la sensación psicológica de tener un niño dentro»

Tres días después de ser galardonado con el Premio Internacional de Ciencia e Investigación 2011 de la Fundación Cristóbal Gabarrón, el doctor Pedro Cavadas recibe a ABC en su clínica de Valencia. La entrevista transcurre al término de una de las maratonianas jornadas de trabajo del prestigioso cirujano, y poco antes de tomar rumbo a Kenia, donde emprende estos días una de las misiones quirúrgicas que lleva a cabo periódicamente en el país africano bajo el auspicio de la Fundación que lleva su nombre. En este territorio huérfano de recursos, Cavadas encontró hace años el placer del altruismo y la posibilidad de desquitarse de la vanidad y la locura consumista que asola a Occidente.
—Acaba de ser galardonado con el Premio Internacional de Ciencia e Investigación 2011 de la Fundación Cristóbal Gabarrón ¿Qué significación tiene este reconocimiento? —Interpreto los premios simplemente como muestras de cariño. Mi profesión me gusta, a pesar de que a veces me siento muy cansado porque, si lo contásemos en jornadas laborales normales, se puede decir que llevo 70 años trabajando.
—La responsabilidad también es un factor de desgaste.
—Sí, el nivel de estrés es alto y tengo la coronaria inflamada todo el día, pero me pilla ya tarde para cambiar de profesión (sonríe).
—Usted suele ser el último recurso para personas que casi han perdido la esperanza ¿Cómo lleva decirle a alguien que ni siquiera Cavadas puede ayudarle?
—Mi obligación es contarle a la gente qué le puede ofrecer la ciencia médica en mi especialidad a fecha de hoy. Pero tengo que estar muy seguro, porque si le digo a un paciente que lo suyo no tiene solución, él va a darlo por definitivo. Es cierto que hay casos sin precedentes a los que hay que echarles un poco de creatividad y audacia, pero siempre de forma consensuada con el paciente. Yo no ejerzo la medicina de retos, que son muy vistosos y solo cultivan la vanidad del cirujano. No tengo ninguna necesidad de dinero ni de salir en los medios, de esa enfermedad me curé hace tiempo.
—Hace un año y medio se anunció la aprobación del primer trasplante doble de piernas del mundo, pero todavía no hay donante ¿es más complicado que en el de brazos?
—No, es aproximadamente igual de difícil, la única diferencia es que las arterias de las piernas se castigan mucho más con la edad, la mala vida y la mala dieta. Un fumador suele tener las coronarias fastidiadas de cintura para abajo, pero las de los brazos se suelen librar de los efectos del colesterol y el tabaco.
—¿Qué circunstancias se han dado para que considere justificable la operación en este caso y no en el de muchos otros amputados de extremidades inferiores?
—Para mí, este trasplante solo es justificable en el caso de una persona joven y sana, con una amputación por encima de las rodillas de ambas piernas y que no puede adaptar prótesis. No puedes ofrecer nunca una operación a nadie cuando la relación riesgo-beneficio sea desfavorable para él. Por eso aquí rechazamos los trasplantes de una sola mano; se tiene poco que ganar y mucho que perder.
—¿Qué me dice del trasplante de útero entre madre e hija que se va a practicar en Suecia? Ya se intentó en Arabia Saudí, pero fracasó
—Es viable, porque no es mucho más difícil que un trasplante de riñón, pero no lo considero razonable porque la receptora lo único que puede ganar es la sensación psicológica de tener un niño dentro. La fecundación se le tendría que practicar in vitro y el parto tendría que ser por cesárea, sin hablar de los riesgos de la medicación contra el rechazo que debería tomar también durante el embarazo. Además, tras el parto le tendrían que retirar el útero. No tiene sentido.
—En alguna ocasión ha dicho que el futuro de la medicina no estará en la cirugía
—No, estará en la manipulación del genoma. El futuro de la medicina será aprender a darle órdenes a las células para que trabajen para nosotros, pero falta mucha ciencia básica todavía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario