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lunes, 11 de julio de 2011

la historia de la aviación está plagada de episodios anómalos aún por explicar.

Misterios

Desde supuestas apariciones fantasmales a desapariciones inexplicables de personas, pasando por encuentros con presuntos ángeles y el maléfico poder de antiguas maldiciones, la historia de la aviación está plagada de episodios anómalos aún por explicar. Aquí relatamos algunos de los más desconocidos y sobrecogedores.
Tras numerosos ensayos, el 17 de diciembre de 1903, los hermanos Wright realizaron en Ohio (EE.UU.) el primer vuelo conocido de un avión controlado más pesado que el aire, lo que a la postre posibilitó la construcción de aparatos cada vez más estables y seguros. Se inició así una apasionante carrera que todavía hoy continúa y que no solo ha traído alegrías y sinsabores, sino también episodios altamente extraños de difícil explicación. Historias enigmáticas que no han dejado de producirse y que, aunque a veces hayan sido silenciadas, también forman parte de la historia de la aeronáutica.
La maldición del Queen of the Skies
Desde el mismo instante en el que el hombre aprendió a volar se contabilizaron sucesos anómalos que iban muy en consonancia con el sentir de la época en la que se producían. Las primeras historias sobrenaturales registradas tenían que ver con supuestas maldiciones, quizá propiciadas por la sensación de que el ser humano estaba adentrándose en un territorio ajeno, desafiando a las leyes de la Naturaleza. Los diarios se llenaron de artículos sobre personas que aborrecían la incipiente navegación aérea y advertían de sus peligros. Mucha gente les dio crédito, en especial cuando tuvieron lugar hechos como el protagonizado por el dirigible Queen of the Skies.
Inaugurada oficialmente en agosto de 1931, muy pronto esta aeronave cobró fama de maldita a raíz de que alguien afirmó que un trabajador comunista húngaro había escupido en los remaches de la superestructura. Hoy esta anécdota nos parece irrisoria, pero en aquel tiempo se tomó muy en serio en el mundillo de la aeronáutica, que, por lo novedoso y desconocido, era un terreno abonado para la superstición. Sin embargo, inexplicablemente, comenzaron a producirse sucesos luctuosos. En apenas un año la nave se soltó dos veces de sus amarras y en una aproximación a San Diego tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. Más tarde, como consecuencia de otra rotura de amarras, dos operarios murieron al caerse al vacío. Pero nada es comparable a lo que ocurrió en el que fue su último vuelo. Todo sucedió el 3 de abril de 1933. Al despegar de New Jersey (EE.UU.), el compartimento de la tripulación se soltó y murieron 14 trabajadores. Aun así la nave prosiguió con el calendario previsto hasta que una tormenta la sorprendió, la dejó sin radio y la precipitó contra el mar. 74 personas perecieron ahogadas y solo hubo tres supervivientes.
Esta tragedia y las circunstancias que la rodearon aumentaron la creencia de que el dirigible estaba maldito, hasta que una nueva generación de aviadores consiguió desterrar los malos augurios al relatar episodios radicalmente opuestos en los que supuestos entes o energías invisibles –a los que se denominó “ángeles de la guarda”– les ayudaban en momentos especialmente difíciles. Realmente no eran historias novedosas, ya que personajes como el general George Piuckett, comandante de las tropas confederadas en la batalla de Gettysburg, ya habían hablado profusamente sobre su presunta existencia... pero tales encuentros nunca habían sucedido en el cielo. El caso más célebre fue el del aviador Charles Lindbergh, quien relató que en 1927, en su vuelo trasatlántico entre Nueva York y París, se vio acompañado por formas vaporosas en la cabina del avión que le ayudaban en la navegación cuando él se sentía agotado. No fue el único. También la aviadora Edith Foltz-Stearns pudo sentir dichas supuestas presencias. La primera vez durante una competición, cuando la voz de una “mujer” –que ella identificó con la de una compañera de escuela fallecida años atrás– le advirtió que no debía realizar un aterrizaje forzoso. Ella hizo caso a la voz y así pudo salvar la vida. Y la segunda, durante la II Guerra Mundial, cuando gracias a una de estas presuntas entidades pudo esquivar una colina. Según Foltz-Stearns, su padre muerto le advirtió de su presencia en el último instante.http://www.masalladelaciencia.es/reportajes/misterios/250-misterio-en-el-aire-episodios-sobrenaturales-de-la-aviacion-de-los-ovnis-de-ayer-a-los-angeles-de-hoy

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