DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR

miércoles, 26 de enero de 2011

DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR. AGEO

AGEO, UN PROFETA ORGANIZADO

-Hola, Ageo. Soy Dios. El pueblo se me desmadra. No están bien. Lo sé. Hay que reedificar el
templo.
-Y quieres que me haga profeta. Y que yo cuente tus preocupaciones.
-Eres un lince. Y tan positivo. Por algo tu nombre significa “día festivo”…
-Entonces debería llamarme domingo.
-Pues no. Y cuidadín con el rey  Darío. Sin embargo Zorobabel, Josué y otros sacerdotes te escucharán. Y escucharán mi palabra. Y la tuya. Ya que vas en mi nombre. El pueblo tiene que tener miedo. Mucho miedo. Si no, la pifiamos.
-De acuerdo, Dios. Acabo de planchar esta camisa y me pongo al turrón…-Así el intrépido profeta empezó su recorrido. Se apuntó en el listín de profetas de la guía telefónica y en el sindicato de profetas. También se hizo socio de “ser profeta hoy”, revista especializada para este gremio. Salió a ver mundo y a predicar.
-Voy  a hacerme un planning…Y un plan de centro con sus objetivos, sus contenidos, su metodología...-El profeta era muy organizado.-Voy a ver de qué hablaré y en qué tiempos. Si no vamos organizados esto ya empieza mal. Dejamos mucho a la improvisación. Parecemos españoles.
-Tampoco es tan malo improvisar…-Dijo un español que pasaba por allí.
-¿Sois vosotros acaso el pueblo elegido?-El profeta le increpó.
-Elegido …depende de para qué. Pero no. Elegido por Dios no.
-Pues entonces, aire…-El español desapareció. El profeta seguía planificando. Y anotando en su ordenador portátil- Voy a hacer cuatro discursos diferentes. Uno a los jefes. Para que reconstruyan el templo. Otro a los jefes y al pueblo. Para que no se dejen dominar ni mangonear. Otro a los sacerdotes. Y otro a los hijos del pueblo elegido. Para que todos se decidan en la reconstrucción del templo....-Se puso a trabajar en ello. Preparó café y se quedó hasta la madrugada. Con el alba el profeta se sintió satisfecho.
-Ya tengo todo organizado. Ahora ya estoy preparado para salir. –Así lo hizo. Y empezó sus discursos. Se fue a la plaza. Se puso en una esquinita con su mesita y sus cosas.
-¿Y tú quién eres?-Preguntó un paisano.
-Un enviado de Dios. A ver, pregunto: ¿Quién queda entre vosotros que haya visto este Templo en su primer esplendor? ¿Qué es lo que veis ahora? Todo hecho una piltrafa. ¿Verdad que os parece que no existe? -Decía el profeta.
-Es verdad…-Le daban la razón los que escuchaban.
-Pero sigue con nosotros el espíritu de Dios. –comentó un cabrero que pasaba por allí.
-Dentro de muy poco tiempo Dios sacudirá los cielos y la tierra, el mar y el suelo firme, todos los sitios. Llegarán entonces los tesoros de todas las naciones, y Dios llenará de gloria este Templo. Dios me lo ha dicho....-Seguía hablando  el profeta.
-Pues si Dios te lo ha dicho...-La gente se interesaba.
-Y ahora me voy a consultar a los sacerdotes. Creo que será mejor. Quiero contar con su opinión. –Se fue a verlos. 
-¿Qué es lo que quieres, profeta?
-El pueblo toca impurezas y están impuros. Esto es una cosa sin pies ni cabeza.
-Tienes mucha razón. Pero no sabemos qué hacer. No nos escuchan.
-Dios me ha dicho que habrá prosperidad agrícola también a partir de la reconstrucción del templo…Hay que decírselo a la gente. –Se ponen manos a la obra. Empiezan a escribir en todas partes. A hablar en bares, en asociaciones, en familias...
-Sí. Sabemos que si nos portamos bien y cumplimos con El Creador, la agricultura irá mejor. Si nos dedicamos a reconstruir el templo ya veréis cómo se acaba la sequía, los tomates serán mejores y todo irá bien.
-Pues pongámonos manos a la obra...- Y así lo hicieron. A medida que se atareaban en el trabajo de la reconstrucción efectivamente Dios les premia con más prosperidad…
-Pues es verdad. Tenemos más grano. Mejores cosechas. Las vides, los olivos y las higueras daban muchos más frutos.
-Me está creciendo el pelo. Con lo calvo que era antes.- Argumentó un vecino.
-Yo incluso he crecido…-Hablaba otro que era más bien bajito.
-Dios os empieza a bendecir. Seguid por este camino.
-Así lo haremos…-Todos fueron más felices y la alimentación era notablemente mejor.
-Es que vale la pena ser legales, honrados, buenos y estar en armonía con el Creador.
(SACADO DEL LIBRO "DIOS ES AMOR, MEJOR CON HUMOR." EDITORIAL HERGUÉ. SI ESTÁN INTERESADOS PUEDEN PEDIRLO DIRECTAMENTE A LA EDITORIAL Y ELLOS AMABLEMENTE SE LO MANDARÁN. Y LES ENCANTARÁ. A USTEDES LEERLO. A ELLOS RECIBIR SU DEMANDA. Y A MÍ QUE LES DIVIERTA. FELIZ DÍA.)

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