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miércoles, 26 de enero de 2011

AL YAZIRA

AL YAZIRA
Satanizada como herramienta propagandística y como portavoz de Osama Bin Laden, se la odia tanto en los palacios de Riad como en la Casa Blanca. Pese a todo, como ya saben millones de telespectadores, Al Yazira promueve un grado de libertad de expresión y de disenso que rara vez se encuentra en el mundo árabe. Con sus planes para globalizarse, podría convertirse en su próximo canal de televisión favorito.
"Al Yazira apoya el terrorismo"
Mentira, aunque no se esfuerza mucho por desvincularse de quienes sí lo hacen. Éste es uno de los argumentos más rotundos esgrimidos por sus detractores occidentales desde que comenzara sus emisiones hace 10 años, cuando Al Yazira se comprometió a difundir todos los puntos de vista. Como reza su lema ("la opinión y la otra opinión"), ha cedido tiempo incluso a figuras políticas y extremistas odiados, destacados miembros de Al Qaeda entre ellos. Es esta voluntad de presentar a los terroristas como comentaristas políticos legítimos lo que ha provocado que críticos enérgicos de la cadena, como el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, se refieran a su cobertura de las guerras de Afganistán e Irak como "inexacta e inexcusable".
Cuando Al Yazira emite entrevistas en exclusiva con Osama Bin Laden para sus 50 millones de telespectadores, es fácil confundir el acceso a la información con aprobación. Y cuando un periodista que las realiza es encarcelado por colaboración con Al Qaeda, como ocurrió con Taysir Alony a instancias de un tribunal español en 2005, la línea entre observador imparcial y apasionado partidario resulta poco nítida. Asimismo, Al Qaeda no es la única organización terrorista que recurre a Al Yazira. Aparte de las infames cintas de Bin Laden —seis de las cuales, como mínimo, aún no ha retransmitido— la cadena también ha recibido grabaciones de grupos insurgentes de Irak, caudillos afganos renegados y de los terroristas suicidas de Londres.
Nunca ha apoyado la violencia contra EE UU. Y sus corresponsales no han alabado los ataques contra las fuerzas de coalición en Irak. Al Yazira nunca ha grabado en directo ningún ataque contra la coalición, y no existen pruebas de que haya sabido de antemano que se fuera a producir ninguno. Nunca ha emitido una decapitación. En cuanto a Alony, todavía han de presentarse a la opinión pública pruebas concluyentes de su culpabilidad. Además, no hay indicios de que su financiación proceda de fuentes ilegítimas.
"Es antisemita"
Incorrecto. De la misma manera que la cadena ha demostrado estar dispuesta a presentar la "perspectiva" de Al Qaeda, también ha cedido tiempo a Israel. Al Yazira fue el primer canal árabe que permitió a los israelíes plantear su situación en sus propias palabras, en hebreo, inglés o árabe. Este paso supuso un importante punto de inflexión y escandalizó a la opinión pública árabe. Hasta el desembarco de Al Yazira, la mayoría nunca había oído una voz israelí. El canal ofrece con regularidad noticias de representantes de ese Gobierno en sus boletines informativos y realiza entrevistas en directo con entre seis y diez ciudadanos de ese país al mes. La cadena da una amplia cobertura a asuntos de Israel, donde cuenta con numerosos telespectadores. De hecho, les concede más tiempo que ninguna otra cadena fuera del territorio israelí.
Pese a que Israel ha acusado a Al Yazira de parcialidad y de antisemitismo (y algunos de sus invitados cumplían esos requisitos), su cobertura ha reportado alguna que otra vez un beneficio concreto para los israelíes. Cuando invadieron Yenín en la primavera de 2002, los reportajes exclusivos de Al Yazira desde la ciudad sitiada disiparon los rumores de masacre y condujeron a la disolución de un comité especial de investigación de la ONU nombrado por el secretario general.
Muchos israelíes incluso la consideran una importante nueva fuerza para el cambio en el mundo árabe. Gideon Ezra, ex subdirector del Servicio de Seguridad General de Israel, señaló en una ocasión: "Ojalá todos los medios árabes fueran como Al Yazira". No todos los árabes estarían de acuerdo.
Aunque muchos occidentales piensan que adolece de una parcialidad proárabe, muchos árabes creen lo contrario y sostienen que Al Yazira es financiada y dirigida por el Mossad, el MI5 o la CIA. Al igual que Bahrein le prohibió informar desde dentro debido a una aparente parcialidad sionista en 2002, a menudo se han cerrado oficinas de la cadena en los países árabes, acusadas de mancillar a los palestinos o de difundir otros tipos de propaganda imperialista antiárabe.
"Está expandiendo la libertad política"
Mera ilusión. Es cierto que Al Yazira estableció la tradición del periodismo de investigación en el mundo árabe y redujo las fronteras del debate en su seno, acabando con todo tipo de tabúes sobre lo que podía hablarse en televisión. Superando a las complacientes cadenas de noticias anteriores a 1996, Al Yazira informa mejor a la sociedad árabe sobre sus líderes y ofrece a sus gentes un foro a través del cual pueden plantear más fácilmente a sus dirigentes: "¿Por qué estamos metidos en este lío?".
De hecho, sus programas sobre la política occidental han hecho más para informar a los árabes sobre la democracia que ningún otro país o canal. Después del 11-S, la delegación de Al Yazira en Washington empezó a emitir dos programas de entrevistas semanales dirigidos a una audiencia extranjera y diseñados para arrojar luz sobre la democracia estadounidense: From Washington, en el que el delegado entrevistaba a políticos estadounidenses, incluidos miembros de la Administración Bush, y U.S. Presidential Race, con una cobertura en profundidad de las elecciones, incluidas la mayoría de las primarias más importantes.
Sin embargo, dar por sentado que la televisión por satélite transformará las sociedades árabes en democracias transparentes, justas e igualitarias equivale a suponer que la actual situación en el mundo árabe es la consecuencia de un déficit de información, lo que no es cierto. Excepto en los países árabes más autoritarios, los ciudadanos que se han empeñado han tenido acceso a las noticias a través de la BBC o de la radio La Voz de América, y ninguna ha cambiado la región.
Al Yazira fomenta la libertad de expresión en Oriente Medio, pero ése no puede ser un sucedáneo para la reforma política real. El mero hecho de que una mujer en Arabia Saudí pueda ver un debate en televisión, e incluso pueda participar en tiempo real, no significa que pueda votar en unas elecciones o pertenecer a un partido. Los autócratas se han dado cuenta de que aunque su información no se pueda manipular como los medios estatales, Al Yazira puede no ser una amenaza tan terrible como temieron. Aún pueden prohibirle abrir una oficina, como en Arabia Saudí y Túnez, o apelar a leyes de emergencia para confiscar equipos o detener periodistas, como en Egipto.
"Es una televisión parcial"
Cierto, pero no más que la Fox News o la CNN. Al Yazira utiliza los mismos rigurosos procesos editoriales que los medios de comunicación occidentales, pero termina elaborando un producto diferente. Durante la guerra de Irak, el tono del canal era cordial hacia los iraquíes y hostil hacia los estadounidenses. En Afganistán, los talibanes solían ser presentados como nobles desvalidos y EE UU como el vengativo agresor colonial. Se puede detectar un cinismo general respecto a los regímenes árabes que son aliados de Estados Unidos, y aunque tiene empleados de muchas religiones, incluida la judía, la cadena simpatiza claramente con los palestinos.
Esta parcialidad no invalida en absoluto sus noticias. Consciente de que es sometida a una lupa más rigurosa que cualquier otro canal informativo, Al Yazira es muy exigente a la hora de presentar todas las caras de la noticia. Si la comparamos con la mayoría de las demás cadenas árabes, sigue siendo un modelo de profesionalidad y objetividad. Los periodistas de todo el mundo la tratan con el mismo respeto que a cualquier otra importante cadena internacional. Tiene acuerdos de colaboración con la CNN, la ABC, la NBC, la Fox, la BBC, la NHK de Japón y la ZDF de Alemania, que utilizan con asiduidad imágenes y reportajes de la cadena qatarí.
Si Al Yazira es parcial, lo es desde el punto de vista comercial. Aunque dispone de un presupuesto anual cercano a 80 millones de euros, subvencionados en gran parte por el emir qatarí —y magnate del gas— Sheikh Hamad bin Khalifa Al-Thani, la televisión quiere aumentar su cuota de audiencia y vender publicidad. Ha perdido dinero desde su lanzamiento, lo que no resulta sorprendente, dado que ningún canal árabe registra beneficios. Al Yazira tiene como objetivo un público concreto (hombres árabes de más de 25 años), y al igual que las grandes televisiones por cable o las emisoras de radio de frecuencia modulada en EE UU, se esfuerza por conquistar a los espectadores con trailers y avances de gran efecto. A menudo emite montajes de violencia de los territorios palestinos, Afganistán o Irak, con música machacona, que según sus críticos son deliberadamente incendiarios. La cadena alega que su trabajo no consiste en dulcificar las imágenes de la guerra. Lo indiscutible es que tiene unos gustos diferentes a los de las cadenas occidentales a la hora de mostrar imágenes de víctimas.
"Sufre censura"
Todavía no. Al Yazira ocupa un espacio peculiar en los medios de comunicación árabes. Se presenta como un modelo de libertad de expresión e independencia editorial en la región. Sin embargo, el presidente del consejo de administración es Sheikh Hamad bin Thamer Al-Thani, ex viceministro de información qatarí. No hay duda de que Al Yazira sigue siendo muy dependiente del emir. Y él ha demostrado ser un resuelto impulsor. Cuando llegó al poder en 1995, calculó que patrocinar una cadena de televisión popular ayudaría a su país a conservar el apoyo de Occidente en el caso de que Irán, Irak o Arabia Saudí decidieran invadirlo. La apuesta compensó tanto al canal como al dirigente.
Pese a su dependencia del Estado, Al Yazira critica con frecuencia a los regímenes árabes, incluido el qatarí. Por ejemplo, cuando en febrero de 1996 se frustró un golpe para deponer al emir y se llevó ante los tribunales a los conspiradores, el juicio fue emitido en directo por la cadena, hecho sin precedentes en el mundo árabe. Los telespectadores ocuparon un asiento de primera fila cuando el abogado de la defensa alegó que los acusados habían sido sometidos a tortura, y cuando un portavoz de Amnistía Internacional que había sido invitado a asistir al juicio atacó al sistema de justicia penal. En los programas de entrevistas se ha debatido sobre si está bien o mal que en Qatar haya una base aérea americana.
Sin embargo, todavía sigue existiendo el profundo convencimiento, desde los ministros hasta los ciudadanos árabes de a pie, de que la familia qatarí que gobierna el país es el auténtico poder que está detrás de Al Yazira. La naturaleza exacta de la relación sigue siendo poco clara, pero el hecho de que el emir haya sido tolerante, por lo menos hasta ahora, es prueba de su clarividencia. Si seguirá evitando entremeterse en el canal está por ver.
"Quiere competir con la CNN y la BBC"
, y tiene planes para ello. Aunque no formaba parte de la estrategia de despegue original de noviembre de 1996, su increíble éxito durante la última década ha hecho que el emir amplíe sus objetivos para Al Yazira. Este verano, se lanzará en todo el mundo una cadena llamada Al Yazira International o AJI, hermana de la original y que emitirá en inglés. Espera llegar a entre treinta y cuarenta millones de hogares en su primer día de emisión. AJI compite directamente con la BBC World y la CNN International por los mil millones de telespectadores que integran la audiencia mundial de habla inglesa.
Pese a que ha contratado a un gran número de periodistas occidentales, no se parecerá mucho a la CNN. La cobertura de la cadena "seguirá al Sol" a lo largo del día, emitiendo desde Kuala Lumpur durante 4 horas, 11 horas desde Doha, 5 desde Londres y las 4 restantes desde Washington. Los reporteros y redactores de cada lugar presentarán los contenidos desde la perspectiva de su región, y todo el mundo verá el mismo material por satélite al mismo tiempo. "Somos el primer canal informativo radicado en Oriente Medio que devuelve noticias a Occidente", afirma Nigel Parsons, director ejecutivo de AJI. "Queremos establecer una agenda de noticias diferente". Tanto la CNN como la BBC se están tomando en serio la nueva competencia global. La británica ha desvelado sus planes de poner en marcha un servicio en árabe, cuyo lanzamiento está programado para principios de 2007, y ambas cadenas están volviendo a examinar cómo cubren la información del mundo en vías de desarrollo.
"Sólo los árabes verán Al Yazira International"
No tan deprisa. Esta empresa constituye el mayor de los retos asumidos hasta ahora por la cadena. Mientras que el lanzamiento de la cadena árabe significaba competir con sus iguales, esto es, con las de Egipto, Líbano y Arabia Saudí, las occidentales son rivales de mucho más peso, y Al Yazira se enfrentará a ellas en su propio territorio, en inglés.
Por su parte, AJI ha manifestado que se centrará en cuestiones del mundo en vías de desarrollo y que utilizará más reporteros y freelancers autóctonos que otras cadenas. Se espera que conquiste una gran cuota de mercado en Asia, donde la marca ya disfruta de una reputación y donde hay más hablantes de inglés que de árabe. Pakistán tiene 160 millones de musulmanes, e Indonesia, el país islámico más poblado del mundo, 215 millones, muchos de los cuales estarán interesados en seguir de cerca los acontecimientos del mundo árabe.
Por supuesto, no será tan fácil abrirse camino en América. Incluso garantizar la distribución de AJI ha sido difícil: en junio, ni una sola empresa estadounidense de televisión por cable se había ofrecido para incluir el canal como parte de su paquete general de noticias. Irónicamente, el mercado de medios más libre es el que plantea el mayor reto para la qatarí.

Nada de esto cambia el hecho de que Al Yazira haya reestructurado para siempre el panorama de las noticias mundiales hacia —y pronto desde— el mundo árabe. En una región donde Estados Unidos está enfrascado en una prolongada guerra en un país y Occidente en su conjunto se enfrenta a un impasse nuclear en otro, no tiene mucho sentido cambiar de canal y seguir confinado en una cámara de resonancia de opiniones recicladas. Si Al Yazira International salta a la pequeña pantalla este verano, Estados Unidos (y Occidente) haría bien en sintonizarla.
http://www.fp-es.org/al-yazira

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