Los efectos secundarios de la 'viagra' femenina, bajo la lupa
La FDA, la agencia que regula los medicamentos en EEUU, dio este miércoles el visto bueno al primer fármaco indicado para tratar el bajo deseo sexual femenino. Flibanserina, que se venderá bajo el nombre comercial de Addyi,
obtuvo la aprobación del organismo regulador en su tercer intento, tras
dos sonados rechazos y en mitad de una controversia que no tiene visos
de finalizar pronto.
Aunque ya se la conoce como la viagra femenina, en realidad el medicamento de Sprout Pharmaceuticals poco tiene que ver con la famosa pastilla azul. Mientras que Viagra incrementa el flujo sanguíneo para favorecer la erección y debe ingerirse en los momentos previos a una relación sexual, flibanserina actúa a nivel del sistema nervioso central y es necesario tomarla diariamente durante un periodo de tiempo para notar sus efectos.
«Esta aprobación permite a las mujeres que sufren un bajo deseo sexual tener una opción terapéutica», señaló Janet Woodcock, directora del Departamento de Investigación y Evaluación de fármacos de la FDA, quien también señaló que el medicamento «sólo estará disponible a través de profesionales sanitarios y farmacias certificadas», y su prospecto incluirá una clara advertencia sobre su contraindicación con el alcohol y el riesgo de que provoque hipotensión y desmayos.
Los efectos secundarios asociados al fármaco han sido uno de los caballos de batalla de flibanserina y, de hecho, echaron por tierra su segundo intento de aprobación en 2013, ya que la agencia consideró que sus riesgos eran superiores a sus beneficios. Antes, en 2010, cuando el fármaco todavía era propiedad de la farmacéutica Boehringer Ingelheim, el rechazo se debió a que la compañía no pudo demostrar que su efecto fuera superior al de un placebo.
A lo largo de este tiempo, varios grupos han acusado a la FDA de ser más exigente con el primer fármaco destinado a tratar una disfunción sexual en las mujeres que con las múltiples opciones ya aprobadas para tratar el problema en hombres.
Una de las más activas, Even the Score, llevó a cabo una gran campaña -apoyada por Sprout Pharmaceuticals- para denunciar este supuesto sesgo de la FDA y reclamar la aprobación del fármaco, una presión que muchos especialistas han criticado por considerar que ha podido confundir a los asesores encargados de la evaluación del medicamento.
Para Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y directora del Instituto de Sexología de Barcelona, la aprobación de flibanserina es una buena noticia, aunque no debe percibirse como «una panacea válida para todos los casos».
El tratamiento del bajo deseo sexual -que es la consulta más frecuente por parte de las mujeres-, explica la especialista, «debe hacerse desde una perspectiva integral, biopsicosocial porque son muchos factores los que influyen en la excitación y el deseo [relación de pareja, estrés, momento vital, etc]». Además, añade, es necesario que un especialista valore en cada caso si se trata de una disfunción real que afecta al bienestar del paciente. En cualquier caso, Molero considera que «tener un fármaco disponible va a ayudar a los profesionales».
«Cuanto mayor sea el abanico de recursos terapéuticos, mejor», subraya Molero, quien considera que, como ya pasó con la aparición de viagra en el mercado, «la disponibilidad de flibanserina, el hecho de que se hable del problema, hará que muchas personas se animen a acudir a un profesional en busca de ayuda».
Aunque ya se la conoce como la viagra femenina, en realidad el medicamento de Sprout Pharmaceuticals poco tiene que ver con la famosa pastilla azul. Mientras que Viagra incrementa el flujo sanguíneo para favorecer la erección y debe ingerirse en los momentos previos a una relación sexual, flibanserina actúa a nivel del sistema nervioso central y es necesario tomarla diariamente durante un periodo de tiempo para notar sus efectos.
«Esta aprobación permite a las mujeres que sufren un bajo deseo sexual tener una opción terapéutica», señaló Janet Woodcock, directora del Departamento de Investigación y Evaluación de fármacos de la FDA, quien también señaló que el medicamento «sólo estará disponible a través de profesionales sanitarios y farmacias certificadas», y su prospecto incluirá una clara advertencia sobre su contraindicación con el alcohol y el riesgo de que provoque hipotensión y desmayos.
Los efectos secundarios asociados al fármaco han sido uno de los caballos de batalla de flibanserina y, de hecho, echaron por tierra su segundo intento de aprobación en 2013, ya que la agencia consideró que sus riesgos eran superiores a sus beneficios. Antes, en 2010, cuando el fármaco todavía era propiedad de la farmacéutica Boehringer Ingelheim, el rechazo se debió a que la compañía no pudo demostrar que su efecto fuera superior al de un placebo.
A lo largo de este tiempo, varios grupos han acusado a la FDA de ser más exigente con el primer fármaco destinado a tratar una disfunción sexual en las mujeres que con las múltiples opciones ya aprobadas para tratar el problema en hombres.
Una de las más activas, Even the Score, llevó a cabo una gran campaña -apoyada por Sprout Pharmaceuticals- para denunciar este supuesto sesgo de la FDA y reclamar la aprobación del fármaco, una presión que muchos especialistas han criticado por considerar que ha podido confundir a los asesores encargados de la evaluación del medicamento.
Para Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y directora del Instituto de Sexología de Barcelona, la aprobación de flibanserina es una buena noticia, aunque no debe percibirse como «una panacea válida para todos los casos».
El tratamiento del bajo deseo sexual -que es la consulta más frecuente por parte de las mujeres-, explica la especialista, «debe hacerse desde una perspectiva integral, biopsicosocial porque son muchos factores los que influyen en la excitación y el deseo [relación de pareja, estrés, momento vital, etc]». Además, añade, es necesario que un especialista valore en cada caso si se trata de una disfunción real que afecta al bienestar del paciente. En cualquier caso, Molero considera que «tener un fármaco disponible va a ayudar a los profesionales».
«Cuanto mayor sea el abanico de recursos terapéuticos, mejor», subraya Molero, quien considera que, como ya pasó con la aparición de viagra en el mercado, «la disponibilidad de flibanserina, el hecho de que se hable del problema, hará que muchas personas se animen a acudir a un profesional en busca de ayuda».
Sus efectos secundarios, bajo la lupa
- ¿En qué casos está indicado?
- La Agencia estadounidense del Medicamento ha dado luz verde a la comercialización de flibanserina para el tratamiento del deseo sexual hipoactivo en mujeres premenopáusicas. En realidad, desde la actualización del DSM-V, la biblia de la psiquiatría, este problema no se considera como tal, sino que está enmarcado dentro del denominado Trastorno del Interés y la Excitación Sexual Femenina, explica Francisca Molero.
- ¿Cuántas mujeres sufren este problema de falta de deseo?
- Aunque no hay datos claros sobre la dimensión del problema, algunas estimaciones señalan que hasta el 10% de las mujeres pueden sufrir una falta de deseo sexual disfuncional. Francisca Molero indica que la ausencia de libido es el principal motivo de consulta por parte de las mujeres. En 2009, la Encuesta Nacional de Salud Sexual mostró la falta de deseo como uno de los motivos de carencia de relaciones sexuales entre las mujeres jóvenes.
- ¿Cuáles son los efectos del fármaco?
- Flibanserina tiene un efecto sobre el sistema nervioso central. Actúa sobre tres sustancias químicas claves para el cerebro; en concreto, aumenta los niveles de dopamina y norepinefrina y disminuye los de serotonina, lo que genera un aumento de la libido.
- ¿Cuáles son sus principales efectos secundarios?
- El uso de flibanserina se asocia principalmente con hipotensión y riesgo de desmayos, aunque también se ha relacionado con nauseas, mareos y somnolencia. Su uso está contraindicado con el consumo de alcohol. Como contrapartida a su aprobación, la FDA ha solicitado a la compañía distribuidora del fármaco que lleve a cabo varios estudios para evaluar más a fondo sus efectos secundarios e interacciones.
http://www.elmundo.es/salud/2015/08/20/55d4cbe4268e3e08628b4591.html
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