Los expertos identifican cinco pruebas y tratamientos innecesarios del cáncer
Forman parte de la campaña "Elige sabiamente" y han sido analizados por la American Society of Oncology
El cáncer es una enfermedad que, la mayoría de las veces, se trata de forma
combinada y que requiere de una difícil decisión por parte de los
facultativos y sus pacientes. Existen distintos tratamientos y muchas
opciones; algunos son contrastados y otros solo intentos; algunos son
nuevos y experimentales, pero hay otros a los que se recurre
habitualmente pero que se ha demostrado que no son beneficiosos para los
enfermos, según concluye la lista de los cinco tratamientos y pruebas
del cáncer cuyo su uso no es beneficioso o no está justificado en
algunos casos, publicada esta semana por la Sociedad de Oncología Americana (ASCO, por sus siglas en inglés).
“Cómo médicos tenemos la responsabilidad de dar al paciente el mejor cuidado del cáncer posible. Esto significa que debemos ser responsables y eliminar de estas opciones pruebas que superan en riesgo a los beneficios, y asegurarnos que la elección que hemos tomado es la que refleja la mejor evidencia”, explican en un comunicado.
La primera de las normas establecidas por la ASCO es “no recetar un medicamento contra las náuseas y los vómitos a los enfermos que se están sometiendo a una quimioterapia y que no tiene
estos efectos secundarios”.
En segundo lugar, la asociación recomienda no usar tratamientos combinados a no ser que el “enfermo necesite un alivio urgente de sus síntomas”.
Usar más de un tipo
de quimioterapia, pone como ejemplo la ASCO, para tratar un cáncer de
mama con metástasis -que afecta a más órganos- ha demostrado no tener
ninguna relación con la supervivencia del paciente. “Por el contrario,
puede tener un efecto muy negativo en la calidad de vida del mismo”.
“Recomendamos usar las diferentes quimioterapias de forma secuencial,
una tras otra. Salvo en los casos en los que el paciente padece un gran
dolor o su enfermedad pone en riesgo su supervivencia; solo entonces, la
combinación de tratamientos está justificada”.
Como tercer punto, la ASCO recomienda no utilizar pruebas de tecnología avanzada -como los escáneres, entre
otras- para vigilar una posible recidiva en los pacientes que han sido
tratados con anterioridad o en aquellos que no presentan ningún síntoma
de cáncer. “El uso de estas tecnologías no ha demostrado mejorar ni la
supervivencia ni el desarrollo de la enfermedad, y puede ocasionar
falsos positivos o exponer al paciente a una radiación innecesaria”,
señalan los expertos.
El cuarto punto hace referencia al PSA (análisis del antígeno prostático específico), prueba para detectar el cáncer de próstata y muy polémico en el país debido a la gran cantidad de falsos negativos que arroja, ya que muchos expertos la desaprueban. “Creemos que no se debería someter a esta
prueba a un paciente que tenga 10 años de esperanza de vida o menos”,
explican. Por último, la ASCO explica que no “hay que usar terapias
dirigidas contra un defecto genético específico, a menos que las células
tumorales de un paciente contengan un biomarcador que pueda responder
positivamente a la terapia”.
Estos tratamientos pueden tener un gran valor, pero sólo cuando se usan para tratar cánceres que son causados por una mutación específica. El uso de estos medicamentos en pacientes sin estos biomarcadores no sólo aumenta el coste de la atención, sino que puede causar efectos secundarios negativos.
La lista, publicada en el Journal of Clinical Oncology, forma parte de la campaña “Elige sabiamente” (Choosen Wisely) que intenta que mejore la comunicación entre
facultativos y enfermos a este respecto: “Habla con tu médico acerca
del beneficio de las pruebas y tratamientos a los que estás siendo
sometido”.
El tratamiento del cáncer de EE UU, a pesar de ser un pequeño porcentaje del presupuesto
total dirigido a la salud en el país, se estima que crecerá en los
próximos años, pasando de 125.000 millones de dólares en 2011 a 158.000
millones de dólares en 2020. “Nuestra creencia es que los médicos y los
pacientes deben participar en una programa que sea sostenible entre los
beneficios y las evidencias haciendo del tratamiento el más eficaz
posible”, concluyen los autores del informe.

“Cómo médicos tenemos la responsabilidad de dar al paciente el mejor cuidado del cáncer posible. Esto significa que debemos ser responsables y eliminar de estas opciones pruebas que superan en riesgo a los beneficios, y asegurarnos que la elección que hemos tomado es la que refleja la mejor evidencia”, explican en un comunicado.
La primera de las normas establecidas por la ASCO es “no recetar un medicamento contra las náuseas y los vómitos a los enfermos que se están sometiendo a una quimioterapia y que no tiene

En segundo lugar, la asociación recomienda no usar tratamientos combinados a no ser que el “enfermo necesite un alivio urgente de sus síntomas”.
Usar más de un tipo

Como tercer punto, la ASCO recomienda no utilizar pruebas de tecnología avanzada -como los escáneres, entre

El cuarto punto hace referencia al PSA (análisis del antígeno prostático específico), prueba para detectar el cáncer de próstata y muy polémico en el país debido a la gran cantidad de falsos negativos que arroja, ya que muchos expertos la desaprueban. “Creemos que no se debería someter a esta

Estos tratamientos pueden tener un gran valor, pero sólo cuando se usan para tratar cánceres que son causados por una mutación específica. El uso de estos medicamentos en pacientes sin estos biomarcadores no sólo aumenta el coste de la atención, sino que puede causar efectos secundarios negativos.
La lista, publicada en el Journal of Clinical Oncology, forma parte de la campaña “Elige sabiamente” (Choosen Wisely) que intenta que mejore la comunicación entre

El tratamiento del cáncer de EE UU, a pesar de ser un pequeño porcentaje del presupuesto

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