El pupitre de la nutrición
El inquietante liderazgo de España en sobrepeso y obesidad infantil (los últimos estudios la sitúan como mínimo en el segundo puesto europeo, cuando no en el primero mundial) sirve de telón de fondo a nuevas iniciativas para promover una adecuada nutrición desde edades tempranas. Así ha sucedido esta semana con el programa "Alimentando la salud del mañana", que busca mejorar la alimentación de los críos de 1 a 3 años, y hace apenas un mes con la publicación del libro Vive sano. Hábitos de salud y nutrición desde la escuela, que pone el acento en la etapa educativa.
En el primer caso se trata de llamar la atención de la familia sobre la importancia de una alimentación adecuada en los primeros años de vida, cuando "el sistema inmunitario y digestivo está formándose", como recalca el especialista en nutrición pediátrica del Hospital Sant Joan de Deu barcelonés Vicente Varea. Según el recién publicado Estudio Alsalma, queda mucho por hacer en ese ámbito, porque en la población infantil de 1 a 3 años, nueve de cada diez consumen más del doble de las proteínas recomendadas, lo que favorece la obesidad y otros importantes riesgos de salud para el futuro. En cuanto a la etapa clave de la enseñanza, los coeditores del libro -Instituto Tomás Pascual y periódico Escuela- coinciden en que el ámbito escolar es ideal para la adquisición de buenos hábitos dietéticos que se interioricen y perduren con los años. De ahí su mutua colaboración en los últimos tres años, que se ha traducido en la publicación de suplementos sobre el tema en el periódico para su distribución gratuita en más de 7.000 centros educativos de todo el país.
"Los hábitos de salud y nutrición están dentro de los objetivos educativos de la escuela", apuntó Pedro Badía, director de esa cabecera fundada hace 71 años. Y aunque "la ley actual detalla los productos prohibidos en los centros educativos y los recomendados para una dieta equilibrada", remarcó, la legislación "no crea hábitos a corto y medio plazo, y por eso es fundamental la implicación de toda la comunidad educativa", desde la familia a los equipos docentes y de dirección. Para empezar, añadió Badía, la dieta saludable y los hábitos de vida sanos son básicos para cualquier niño en edad escolar, y más aún si procede de familias humildes, porque "sin esas condiciones, no tendrá el mismo rendimiento" que el resto. Además, insistió, la crisis no justifica un descuido de ese capítulo tan fundamental para el desarrollo de los chavales. "No podemos renunciar a los objetivos de salud, higiene y nutrición", remachó.
Fernando Benzo, subsecretario de Educación, coincidió en que no debe ser un problema de costes, porque "comer sano no es caro", y "el mejor gazpacho del mundo" no pasa de 60 céntimos. Más costosos resultan, en cambio, los malos hábitos dietéticos- "bollería industrial, chuches, desayunos insuficientes, bebidas azucaradas, pizzas"- que conducen al sobrepeso y a la obesidad. Máxime cuando esta ya es considerada "oficialmente como una epidemia" por la Organización Mundial de la Salud, y supone un enorme factor de riesgo que guarda relación con un 8,5% de los fallecimientos. Por no hablar de su enorme coste sanitario por el tratamiento y las consecuencias indirectas de las enfermedades vinculadas a ese exceso de peso.
Benzo alertó contra el 'contagio' de malos hábitos dietéticos "a través de la publicidad y de las malas costumbres que transmitimos de padres a hijos", y consideró "responsabilidad de todos" -Administración, sistema educativo y familia- el conseguir una "transformación profunda de los hábitos no saludables". De ahí su doble mensaje de que "comer bien no es un castigo" y de que "preparar la comida no solo es sano, sino también divertido". El libro dedica precisamente su último capítulo a la cocina para niños. Y antes se detiene en los hábitos de vida saludable y en el deporte en edades infantiles. Como muestra la portada de Vive sano, la nutrición es colorida y divertida.
En el primer caso se trata de llamar la atención de la familia sobre la importancia de una alimentación adecuada en los primeros años de vida, cuando "el sistema inmunitario y digestivo está formándose", como recalca el especialista en nutrición pediátrica del Hospital Sant Joan de Deu barcelonés Vicente Varea. Según el recién publicado Estudio Alsalma, queda mucho por hacer en ese ámbito, porque en la población infantil de 1 a 3 años, nueve de cada diez consumen más del doble de las proteínas recomendadas, lo que favorece la obesidad y otros importantes riesgos de salud para el futuro. En cuanto a la etapa clave de la enseñanza, los coeditores del libro -Instituto Tomás Pascual y periódico Escuela- coinciden en que el ámbito escolar es ideal para la adquisición de buenos hábitos dietéticos que se interioricen y perduren con los años. De ahí su mutua colaboración en los últimos tres años, que se ha traducido en la publicación de suplementos sobre el tema en el periódico para su distribución gratuita en más de 7.000 centros educativos de todo el país.
"Los hábitos de salud y nutrición están dentro de los objetivos educativos de la escuela", apuntó Pedro Badía, director de esa cabecera fundada hace 71 años. Y aunque "la ley actual detalla los productos prohibidos en los centros educativos y los recomendados para una dieta equilibrada", remarcó, la legislación "no crea hábitos a corto y medio plazo, y por eso es fundamental la implicación de toda la comunidad educativa", desde la familia a los equipos docentes y de dirección. Para empezar, añadió Badía, la dieta saludable y los hábitos de vida sanos son básicos para cualquier niño en edad escolar, y más aún si procede de familias humildes, porque "sin esas condiciones, no tendrá el mismo rendimiento" que el resto. Además, insistió, la crisis no justifica un descuido de ese capítulo tan fundamental para el desarrollo de los chavales. "No podemos renunciar a los objetivos de salud, higiene y nutrición", remachó.
Fernando Benzo, subsecretario de Educación, coincidió en que no debe ser un problema de costes, porque "comer sano no es caro", y "el mejor gazpacho del mundo" no pasa de 60 céntimos. Más costosos resultan, en cambio, los malos hábitos dietéticos- "bollería industrial, chuches, desayunos insuficientes, bebidas azucaradas, pizzas"- que conducen al sobrepeso y a la obesidad. Máxime cuando esta ya es considerada "oficialmente como una epidemia" por la Organización Mundial de la Salud, y supone un enorme factor de riesgo que guarda relación con un 8,5% de los fallecimientos. Por no hablar de su enorme coste sanitario por el tratamiento y las consecuencias indirectas de las enfermedades vinculadas a ese exceso de peso.
Benzo alertó contra el 'contagio' de malos hábitos dietéticos "a través de la publicidad y de las malas costumbres que transmitimos de padres a hijos", y consideró "responsabilidad de todos" -Administración, sistema educativo y familia- el conseguir una "transformación profunda de los hábitos no saludables". De ahí su doble mensaje de que "comer bien no es un castigo" y de que "preparar la comida no solo es sano, sino también divertido". El libro dedica precisamente su último capítulo a la cocina para niños. Y antes se detiene en los hábitos de vida saludable y en el deporte en edades infantiles. Como muestra la portada de Vive sano, la nutrición es colorida y divertida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario