El artista de los chinches
Primero fueron los picores, y luego el arte. Los chinches le atacaron a Samuel Mark (nombre artístico) en su apartamento en Brooklyn. El decidió vengarse con alevosía y nocturnidad.
Armado con un spray, y a pesar del frío, el artista de los chinches recorre de atardecida las calles del East Village buscando colchones y sofás que le sirvan como lienzo para dibujar a sus bichos rojos, que van tomando cuerpo ante la mirada atónita de los neoyorquinos. Unos le interrumpen a media pintada para contarle que ellos también sufrieron el escozor traicionero en medio de la noche. Otros esperan pacientemente a que termine para llevarse a casa la obra “acolchonada”, con la esperanza de que Samuel Mark se convierta en el nuevo Banksy y que los chinches puedan verderse algún día por millones.

Los bichos sobrantes los vende en su puesto callejero en pleno Soho (Prince Street), junto a las obras de su colega Mark Alekin, siempre y cuando haga la vista gorda la policía... “El arte callejero sigue estando muy perseguido. Desde que Giuliani lanzó la guerra contra el gaffiti, te pueden caer 300 dólares de multa por “bombardear” una puerta o una pared. Por eso elegimos soportes mucho más provisionales. ¿Quién va a multarte por pintar un colchón sudado o un sofá sin cojines?”.

¿Y si resulta que han tirado un colchón porque tiene chinches? “Primero me aseguro, no creas. Sé muy bien cómo son, no se me olvidan... Y a la menor duda me pongo unos guantes de goma”.¿
En la cama, superado hace tiempo el mal trago, Samuel Mark procura no pensar más de la cuenta en los “bedbugs”. Su plegaria nocturna, de tanto repetirla, se convertido ya en el aforismo de James Dean que alguna vez hemos visto escrito en las calles de NY: “Sueña como si fueras a vivir siempre, vive como si fueras a morir hoy”.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/cronicasny/2011/02/20/el-artista-de-los-chinches.html
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