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martes, 14 de agosto de 2012

Una terapia experimental para frenar el cáncer de pulmón

Una terapia experimental para frenar el cáncer de pulmón
 

Cautela y esperanza. Esas son las dos palabras que transmiten los investigadores de un estudio que ha confirmado la validez de una terapia experimental para frenar uno de los tipos más frecuentes de cáncer de pulmón, el adenocarcinoma. Esperanza porque después de cinco años de trabajo han podido demostrar una prueba de concepto, es decir, que hay una vía que, en el laboratorio, impide que se desarrolle el cáncer. Y cautela porque todavía falta mucho para que esos resultados se traduzcan en un tratamiento nuevo para los pacientes.
 Los mecanismos que son responsables del desarrollo de un cáncer son numerosos y complejos. Y en algunos casos más que otros, como en el cáncer de pulmón. En España se diagnostican unos 20.000 nuevos casos de este tumor cada año que representan el 12% de todos los cánceres, el 3,2% en mujeres. Sin embargo, su mortalidad es la más elevada de todos los cánceres, el 20% del total, superior a la suma de las muertes por cáncer de mama, próstata y colon, según datos del Grupo Español del Cáncer de Pulmón.
 De ahí que desentrañar los mecanismos que subyacen a este cáncer sea objetivo de muchos investigadores. Para ello hay que conocer lo que ocurre en el interior de la célula. Ese entorno se podría comparar con la red de metro, por ejemplo de Madrid, en la que se dan numerosas señales que hacen que los trenes, de una línea u otra, se muevan la dirección y en el momento adecuados. Lo que ocurra en un vagón puede repercutir en personas a 20 kilómetros, por ejemplo, si desde la central se da la señal de que un metro pare, eso afectará a otros trenes, y también a las múltiples salidas en superficie. Con el cáncer pasa algo parecido. Existen numerosas vías moleculares que potencian o inhiben la formación de tumores. Encontrar aquella que frene el cáncer sin generar ningún efecto negativo en el resto del mecanismo celular es uno de los grandes objetivos de la Medicina.
 Vías y mensajes
 En 2004, se identificó una de esas vías, la Notch, como un importante oncogen para el desarrollo de leucemias y, desde entonces, se está buscando si este mecanismo está implicado en la formación de otros tipos de cáncer. Para seguir con el ejemplo, es como si se conociera que Notch interfiere en la actividad de la línea 6 de metro (las leucemias) pero no se sabía si afectaba también a la 2 (el cáncer de pulmón).

Antonio Maraver empezó a investigar ese mecanismo en el centro de investigación Skirball perteneciente a la universidad NYU (EEUU) para el estudio de linfomas. Hace siete años regresó a España para ponerse a trabajar en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dentro del equipo de Manuel Serrano, principal investigador de este estudio cuyos resultados han sido publicados en la revista 'Cancer Cell'.
Maraver explica que por un lado vieron que "además de la vía de Notch, de todas las vías analizadas por su relación previa con el cáncer de pulmón, sólo la vía de ERK estaba afectada". Además, también han demostrado que un fármaco, que ya se había empleado de forma segura en humanos como tratamiento para el Alzheimer (aunque luego se vio que no era eficaz en esa enfermedad), "reduce la actividad de Notch y con ella la de la vía ERK porque aumenta la expresión de un gen, el MKP1, que actuaría como un supresor tumoral".
 El fármaco, de la familia de los inhibidores de la gamma-secretasa (GSIs), tras 15 días de tratamiento "es capaz de frenar el cáncer, una vez iniciado, es decir, como se da en la clínica cuando los pacientes llegan a la consulta con un tumor ya formado", explica Maraver. GSI sería algo así como una solución para evitar que se emitan sin control una serie de mensajes que conduzcan a que un tren de metro vaya a toda velocidad y termine alterando otras líneas y, en definitiva, cause un accidente.
 Datos preliminares
 De momento, los datos son preliminares porque este grupo de investigadores ha comprobado la eficacia de esta terapia en ratones vivos y en células humanas en cultivo. "Aunque faltan los datos que confirmen estos resultados en un gran ensayo clínico, en el que participen por lo menos cuatro centros médicos, la prueba de concepto ha sido validada por el doctor Manuel Hidalgo, director del Centro Oncológico Clara Campal y del Programa de Investigación Clínica del CNIO, ambos en Madrid.
 "El ensayo desarrollado por el equipo del Dr. Serrano nos puso en la pista de que el bloqueo de Notch podría ser beneficioso para el cáncer de pulmón. De hecho, ya hemos tratado a una docena de pacientes con un agente dirigido al bloqueo de esta proteína. Ahora estamos ampliando el estudio, pero puedo anticipar que los resultados son muy prometedores", ha explicado Hidalgo en una nota de prensa.
 Teniendo en cuenta que el adenocarcinoma, uno de los tipos del cáncer de pulmón no microcítico, es muy frecuente y tiene una tasa de supervivencia muy baja, cualquier avance terapéutico es bienvenido. "Estamos esperanzados y, con estos resultados, podemos ser razonablemente optimistas, pero hay que ser cautos. Todavía queda mucho por hacer para que se traduzca en un resultado en pacientes, pero lo más probable es que este fármaco sea eficaz, en la lucha contra el cáncer de pulmón en pacientes, en combinación junto a otros ya existentes".

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/08/13/oncologia/1344872413.html

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