Tras diez meses de contradicciones la Policía exime a la familia Bretón

Tras diez meses de contradicciones la Policía exime a la familia Bretón
 
Las contradicciones en las versiones de la familia de José Bretón han sido constantes a lo largo de los últimos once meses. Según el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, Serafin Castro, una de las primeras incoherencias que recuerda es cuando Antonia, la madre de Bretón, afirmó que los niños no habían comido en su casa el día de la desaparición, algo que días más tarde dijo que sí habían hecho. ¿A qué se debe este cambio de versión? ¿Falta de memoria o intento de encubrir a su hijo?
 Los días posteriores a la desaparición de los pequeños la familia de Bretón cambió en varias ocasiones su relato sobre el día de los hechos. Hubo distintas interpretaciones sobre la hora a la que había salido José de casa de sus padres, un supuesto almuerzo con un amigo que nunca se llegó a realizar o el mensaje que envió al móvil de su hermana para quedar con ella en el parque. El marido de Catalina se prestó desde un primer momento a colaborar con la policía en registros y búsquedas. Repentinamente desapareció de la escena. Se sospecha que alguien lo obligó a hacerlo.
 Pese a estas contradicciones, afirma Castro, «no hay ningún indicio que lleve a pensar que la familia de Bretón lo sabía». La policía también investigó a la familia del padre de los niños, según el comisario jefe de la UDEV, y no se ha podido constatar que estuvieran al tanto de nada.La familia de Bretón continúa en el ojo del huracán ,y más ahora que ha trascendido que se han hallado huesos de niños en la hoguera de la finca de las Quemadillas. Desde este lunes, la casa de los padres ubicada en la calle Carlos Romero, del barrio de la Viñuela de la capital cordobesa, permanece cerrada a cal y canto. La apariencia es la de una vivienda abandonada por vacaciones. Desde ese día, nadie ha entrado ni salido del domicilio. Las persianas se encuentran bajadas. No hay señales de vida en su interior. Tras conocerse la noticia, la vivienda amaneció con una gran pintada en su exterior en la que se podía leer '«hijo asesino»'; asimismo, a lo largo del día alguien se dedicó a estrellar huevos contra la fachada.
 Otra de las afectadas es la hermana de José Bretón, Catalina, quien ante la imposibilidad de salir a la calle sin ser increpada ha tenido que solicitar escolta policial. En una de estas salidas, Catalina, muy alterada, acabó chocando su coche con otro que permanecía aparcado en la acera.
 No es la primera vez que la familia de Bretón se somete al escarnio público. Cuando los padres acudieron en el mes de mayo a declarar ante el juez, numerosos ciudadanos les insultaron a las puertas de los juzgados, llegando incluso a zarandearlos. Desde ese día los padres de Bretón permanecen en un segundo plano y sólo se les ha visto cuando han ido a la cárcel a visitar a su hijo.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/29/andalucia/1346237730.html