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domingo, 19 de junio de 2011

Las vicisitudes de la comunidad judía de Bulgaria (II)


Las vicisitudes de la comunidad judía de Bulgaria (II)
Autor: Por el rabino Eliahu Birnbaum*
La Shoá en Bulgaria
En Bulgaria no hubo Shoá. A diferencia de otros países en Europa, los cuales fueron parte de la máquina nazi de destrucción (excepto Dinamarca y en un determinado sentido Finlandia), Bulgaria logró salvar a la mayoría de los 50.000 judíos que se encontraban en el país, de las garras nazis. Sin embargo, los judíos de Tracia y Macedonia (cerca de 12.000) sí fueron afectados; dichas zonas fueron anexadas a Bulgaria debido a los acuerdos con la Alemania nazi y no contaban con control completo por parte de Bulgaria (es importante explicar que hay investigadores que creen que esto es una excusa y no la razón del exterminio de los judíos).En Bulgaria vivían cerca de 50.000 judíos antes de la Shoá. Los mismos contaban con igualdad de derechos. El gran rabino de la comunidad era el representante de los judíos frente al Estado y fue elegido por el mismo, tal como era común en otras comunidades del Imperio Otomano.
En 1493 los alemanes comenzaron a presionar a los aliados búlgaros  para que envíen a los judíos a los campos de concentración en Polonia. Más de 10.000 judíos fueron enviados a Auschwitz desde Macedonia y Tracia, zonas que fueron anexadas a Bulgaria tan sólo un tiempo atrás. Los judíos de la antigua Bulgaria eran los que seguían pero el rey de Bulgaria ordenó que todos los planes de expulsión de los judíos de Bulgaria sean detenidos y no cedió ante la presión alemana. Pero no logró detener la expulsión de 20.000 judíos de Sofía a la zona rural de la provincia, de donde fueron llevados en barcos al “este”.
Los habitantes de Bulgaria comenzaron con grandes protestas debido al trato de los judíos. En lugar de traer antisemitismo, los judíos expulsados encontraron simpatía entre los habitantes de las zonas rurales. También la Iglesia búlgara se opuso a los actos del Gobierno contra los judíos. Los judíos de Bulgaria se salvaron gracias a la valentía del rey. A pesar de que es posible decir sin ninguna duda que no hubo Shoá alguna en Bulgaria, en el sentido de asesinatos, tampoco es posible desentenderse y decir que durante los años de la guerra no hubo leyes en contra de los judíos, desde limitaciones en el comercio hasta la obligación de ponerse el Maguen David amarillo cuando salían a las calles. De todas formas, es importante resaltar el hecho único de cuidado y salvación de los judíos, sea por parte de los vecinos no judíos o de la Iglesia búlgara.La comunidad judía sobrevivió la Shoá sin ser afectada. En seguida, luego de la guerra, la mitad de la población concretó su aliá. Los que se quedaron en Bulgaria encontraron a sus comunidades e instituciones dirigidas por el Gobierno comunista y así comenzó una nueva era para ellos.
La era comunista y la influencia en la comunidad
La era comunista dejó sus huellas en los miembros de la comunidad. Desde el comienzo del Gobierno “el frente de la patria”, la vida de la comunidad fue manejada por el Gobierno comunista y sus aliados. La vida judía fue prohibida y durante muchos años no hubo rabino que pudiera liderar la comunidad a nivel espiritual y cuidar la base religiosa que se necesita para mantener la vida judía y a los judíos. Tan sólo hace 15 años retornó el Rabinato a Bulgaria con el rabino Bejor, el cual cuenta con el apoyo del Joint y realiza maravillas para la renovación de la vida judía de la comunidad.
Como sucedió en otros países que se encontraban bajo un Gobierno comunista, no se realizaron brit milá, tanto por la prohibición como porque no había mohel. Lamentablemente, dicha prohibición aún influye sobre la comunidad y un gran porcentaje de judíos no realiza brit milá a sus hijos.
A pesar de las grandes dificultades, el Beit Knéset central de la comunidad estuvo abierto durante todos los años en que gobernó el comunismo y se realizaron allí tefilot. Si bien no había un rabino en esa época, había un jazán y los ancianos de la comunidad venían durante la semana y en shabat a las plegarias. Pareciera ser un interesante ejemplo de judíos sefardíes que sobrevivieron la Inquisición y la expulsión de España, triunfaron ante el Gobierno comunista y no renunciaron a las tefilot con minián.
El gran rabino Asher Jananel z”l hizo un gran esfuerzo por mantener el Beit Knéset sefardí-portugués en funcionamiento, pero esto causó enojo entre las autoridades. Fue detenido más de una vez y en 1962 falleció en la cárcel luego de estar allí detenido durante un año por negarse a cerrar la sinagoga.
Es interesante que el ba'al tokea (quien toca el shofar) de Rosh Hashaná es un judío de 60 años quien hace lo mismo desde joven y que durante todo el período del Gobierno comunista se ocupó de que el shofar sea oído en Sofía, a pesar de todo.Como consecuencia de vivir bajo el Gobierno comunista durante varias generaciones, la vida religiosa comunitaria cayó rotundamente y durante muchos años y hasta hoy día la relación de los judíos de Bulgaria con la tradición ha caído enormemente, han aumentado los matrimonios mixtos y muchos judíos sienten su judaísmo mediante la comida de matzot en Pesaj y el respetar ciertas costumbres. Es necesario comprender que las generaciones que nacieron entre los años 1945 y 1989 no recibieron educación judía o tradicionalista y así crecieron sin identidad judía.
El éxodo de los judíos de Bulgaria
Los judíos de Bulgaria, identificados con Sión, decidieron realizar aliá. Así, un hecho único en la historia de los judíos de la diáspora tuvo lugar cuando prácticamente todos los judíos de Bulgaria realizaron aliá en forma conjunta para así fortalecer al Estado de Israel en sus primeros pasos.
El desarrollo intelectual de la comunidad judía de Bulgaria se vio identificado por el sentimiento de identificación de los ideales nacionales judíos. La judería búlgara se unió al movimiento de renacimiento nacional ya desde los días de los Jovevei Sión (año 1882). Así, tres delegaciones búlgaras participaron en el Primer Congreso Sionista en Basilea en 1897.
Entre septiembre de 1944 y octubre de 1948, 7.000 judíos búlgaros se mudaron a la Palestina de esos días. La emigración masiva continuó entre 1949 y 1951 cuando 44.267 judíos realizaron aliá y tan sólo unos poco miles se quedaron en el país. De hecho, sólo enfermos o aquellos que no podían dejar a sus seres queridos se quedaron en Bulgaria. El motivo de dicho “éxodo” sionista fue profundos sentimientos sionistas, alienación respecto a la cultura búlgara y la vida política de dicha época. No existe un caso como este en la historia del movimiento sionista, donde un 90% de la comunidad dejó el país que los cuidó durante el Holocausto y vino a construir el Estado judío.
El Beit Knéset
Cuando visité Sofía, le pedí al conductor del taxi que me lleve al Beit Knéset, o en la lengua popular a la sinagoga.  Después de unos minutos me encontré en la puerta de una gran iglesia y el  chofer me dijo que debía bajar. Dado que no hablo búlgaro y el chofer no hablaba inglés, intenté explicarle que yo quiero ir a la sinagoga y que el lugar al que él me trajo no es lo que busco… me indicó que comprendió lo que le decía y luego de unos minutos estaba en la puerta de una mezquita;… sólo la tercera vez me trajo al Beit Knéset… y de hecho, los tres lugares de rezo se encuentran en un radio de sólo unos metros uno del otro con el objetivo de así preservar la buena relación entre las religiones.
El Beit Knéset de Sofía se encuentra en el centro de la ciudad y es el más grande de todo el sur este de Europa, el tercero más grande de Europa después de la Gran Sinagoga en Budapest, la más grande de Europa. En el segundo lugar se encuentran varias sinagogas: la de Plzen en la República Checa, el Coral en San Petersburgo, Rusia, y la de Florencia, en Italia.
El Beit Knéset de Bulgaria fue atacado y parte de él se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial, pero fue reconstruido en su mayoría, a pesar de que aún no han finalizado los trabajos. En 2009 la comunidad festejó 100 años de su fundación, la cual fuera en el año 1909.
En Bulgaria hay actualmente 12 sinagogas, pero las únicas que funcionan son las de Sofía y la de Plodvid.
Bulgaria hoy día
Hoy día viven en Bulgaria cerca de 6.000 judíos: 3.000 en Sofía, la capital, y otros 3.000 en 19 pequeñas comunidades en las cuales se encuentras desde unas decenas hasta unos pocos judíos. Entre los pueblos donde sí hay judíos se encuentran Plodvid, Varna, Bulgas, Yambuj, Shuman y Vidin.
La gran e impresionante sinagoga volvió a funcionar plenamente y se realizan allí tres tefilot diarias durante la semana, shabat y jaguim. Voces de plegaria no dejaron de recitarse nunca en la tierra de Bulgaria y las melodías sefarditas, las cuales provienen de España de antes de la expulsión del año1492, continúan oyéndose con alegría aún luego del Gobierno comunista. Dicho régimen cayó pero las canciones de los judíos de España aún continúan oyéndose en Bulgaria, demostrando así la continuidad histórica y espiritual.
Un shojet llega una vez por mes para realizar shejitot de acuerdo a las necesidades de la comunidad. Así también, cuentan con un restaurante casher el cual se encuentra abierto al público, en el edificio comunitario. Al lado de la gran sinagoga hay una mikve, la cual fue construida y refaccionada en los últimos años. En el pasado, las matzot se horneaban en la panadería comunitaria. Las matzot que horneaban en Bulgaria tenían un estilo especial dado que eran muy largas, cerca de un metro. Tan sólo en los últimos años comenzaron a importar matzot y la fábrica de matzot se cerró.
También la ayuda social se encuentra a cargo de la comunidad. La misma sirve todos los días almuerzo para 200 personas y realiza un seder de Pesaj para más de 1.000 participantes. Asimismo, la comunidad maneja un geriátrico judío. En estas áreas, es importante resaltar el papel del Joint, el cual apoya hace ya varios años a la comunidad, tanto respecto a los aspectos educativos y rabínicos, como en los aspectos sociales. Cabe recordar que sin dicha ayuda sería prácticamente imposible para la comunidad sobrevivir.
Todos los años, tiene lugar un campamento para jóvenes. Más de 300 jóvenes de todas las comunidades de Bulgaria participan en el mismo para fortalecer su identidad judía.
La comunidad publica un periódico bisemanal, el cual enlaza a todos los judíos de la comunidad. La mayor parte de las actividades judías de Sofía se realizan en la “Casa del pueblo”, en el edificio de la comunidad, y en el mismo se llevan a cabo actividades educativas para todas las edades.Una de las cosas más increíbles que suceden hoy día en la comunidad de Bulgaria, es el retorno de los jóvenes a la identidad judía y a las actividades sociales y comunitarias. Cuando hablé con los dirigentes de la comunidad, reconocieron que el gran desafío es “mejorar la vida judía y lograr que los jóvenes ingresen a la comunidad”, luego de años de alejamiento y de comunismo. Y de hecho, existe una organización de jóvenes, y una escuela de madrijim muy activa.
*Rabino de Shavei Israel

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