El especialista europeo en la bacteria 'E. coli' considera injustificada la alarma sobre el pepino español
En los pepinos no había nada peligroso y la toxina causante de la enfermedad es más conocida de lo que se pretende, dice el Profesor Alfredo Caprioli
El director del único laboratorio que ha analizado fuera de Alemania los pepinos españoles que el 26 de mayo fueron erróneamente señalados en relación con el brote intestinal declarado en el norte del país, considera que aquella alarma -ruinosa para el sector hortofrutícola español- no estuvo justificada. Así lo explica el Profesor Alfredo Caprioli del Istituto Superiore di Sanitá de Roma.
Caprioli considera que la alarma, lanzada por la senadora de sanidad de la ciudad-estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks no estuvo justificada, en primer lugar porque la bacteria encontrada en los pepinos no guardaba relación con la que ocasionó la enfermedad. Las autoridades de Hamburgo admitieron ese extremo, pero afirman que, pese a todo, la bacteria encontrada era “peligrosa”, por lo que en el contexto de la emergencia declarada, la alarma estaba justificada. Caprioli confirma que había shiga toxina en los pepinos españoles, sin embargo no está de acuerdo en que fuera peligrosa, de lo que desprende el argumento definitivo contra la alarma.
“La alarma no estuvo justificada porque la bacteria encontrada no estaba relacionada con el patógeno que desencadenó la infección. Es verdad que contenía shiga toxina, pero ni era del tipo relacionado con la enfermedad, ni tampoco del tipo peligroso para el hombre, de acuerdo con los documentos de la autoridad sanitaria europea”, dice Caprile desde Roma, contactado telefónicamente desde Berlín.
La opinión de Caprioli es muy significativa de cara al frente jurídico abierto con Alemania por las empresas agrarias españolas afectadas –y quizá por la administración de Madrid- de cara a recibir indemnizaciones por los ingentes daños causados. Caprioli no sólo dirige el único laboratorio no alemán que analizó las muestras de pepino español, sino que su laboratorio es la máxima autoridad europea en materia de la bacteria E. coli, el causante genérico de la enfermedad.
Muchos especialistas, también en Alemania, han expresado opiniones semejantes, pero Caprioli conoce las pruebas, pues su laboratorio ha sido el único fuera de Alemania en efectuarlas. Un Instituto de Hamburgo y el laboratorio de referencia alemán en la materia, en el Instituto Robert Koch, fueron los otros dos centros que realizaron las pruebas, que los abogados y expertos alemanes de la empresa almeriense Frunet sospechan que se hicieron de forma deficiente.
El viernes, cinco horas después de que los abogados y expertos de las empresas pusieran en duda las pruebas científicas sobre el pepino español realizadas en Alemania, la senadora Prüfer-Storcks mencionó expresamente en una declaración al laboratorio de Roma como justificación de su conducta, para concluir que las reclamaciones por daños y perjuicios de las empresas españolas carecían de”todo fundamento”.
“Las toxinas encontradas no eran del tipo considerado peligroso por los documentos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), aunque contenían la toxina, y no me haga decir más, porque somos un organismo técnico”, responde Caprioli, preguntado directamente por esa declaración de la senadora.
Caprioli, que es director de investigación del departamento de sanidad pública veterinaria y seguridad alimentaria del Istituto Superiore di Sanitá de Roma, sede del Laboratorio Europeo de Referencia, relativiza también mucho de lo que en Alemania se ha dicho sobre la bacteria 0104:H4 desencadenante de la enfermedad. Califica de “exageración” lo que se ha dicho sobre su rareza.
“Es una bacteria con características particulares, pero las E. coli que producen shiga toxinas son conocidas desde hace treinta años y las conocemos bien”, dice. “Esta tiene unas características un poco particulares, pero todo eso que se ha dicho y que publicó la prensa de que eran bacterias nunca vistas en la Tierra, etc, etc., son exageraciones. Estamos ante una bacteria peligrosa pero no hay nada extraño en ella”, concluye.
http://www.lavanguardia.com/salud/20110607/54166868149/el-especialista-europeo-en-la-bacteria-e-coli-considera-injustificada-la-alarma-sobre-el-pepino.html
Caprioli considera que la alarma, lanzada por la senadora de sanidad de la ciudad-estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks no estuvo justificada, en primer lugar porque la bacteria encontrada en los pepinos no guardaba relación con la que ocasionó la enfermedad. Las autoridades de Hamburgo admitieron ese extremo, pero afirman que, pese a todo, la bacteria encontrada era “peligrosa”, por lo que en el contexto de la emergencia declarada, la alarma estaba justificada. Caprioli confirma que había shiga toxina en los pepinos españoles, sin embargo no está de acuerdo en que fuera peligrosa, de lo que desprende el argumento definitivo contra la alarma.
“La alarma no estuvo justificada porque la bacteria encontrada no estaba relacionada con el patógeno que desencadenó la infección. Es verdad que contenía shiga toxina, pero ni era del tipo relacionado con la enfermedad, ni tampoco del tipo peligroso para el hombre, de acuerdo con los documentos de la autoridad sanitaria europea”, dice Caprile desde Roma, contactado telefónicamente desde Berlín.
La opinión de Caprioli es muy significativa de cara al frente jurídico abierto con Alemania por las empresas agrarias españolas afectadas –y quizá por la administración de Madrid- de cara a recibir indemnizaciones por los ingentes daños causados. Caprioli no sólo dirige el único laboratorio no alemán que analizó las muestras de pepino español, sino que su laboratorio es la máxima autoridad europea en materia de la bacteria E. coli, el causante genérico de la enfermedad.
Muchos especialistas, también en Alemania, han expresado opiniones semejantes, pero Caprioli conoce las pruebas, pues su laboratorio ha sido el único fuera de Alemania en efectuarlas. Un Instituto de Hamburgo y el laboratorio de referencia alemán en la materia, en el Instituto Robert Koch, fueron los otros dos centros que realizaron las pruebas, que los abogados y expertos alemanes de la empresa almeriense Frunet sospechan que se hicieron de forma deficiente.
El viernes, cinco horas después de que los abogados y expertos de las empresas pusieran en duda las pruebas científicas sobre el pepino español realizadas en Alemania, la senadora Prüfer-Storcks mencionó expresamente en una declaración al laboratorio de Roma como justificación de su conducta, para concluir que las reclamaciones por daños y perjuicios de las empresas españolas carecían de”todo fundamento”.
“Las toxinas encontradas no eran del tipo considerado peligroso por los documentos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), aunque contenían la toxina, y no me haga decir más, porque somos un organismo técnico”, responde Caprioli, preguntado directamente por esa declaración de la senadora.
Caprioli, que es director de investigación del departamento de sanidad pública veterinaria y seguridad alimentaria del Istituto Superiore di Sanitá de Roma, sede del Laboratorio Europeo de Referencia, relativiza también mucho de lo que en Alemania se ha dicho sobre la bacteria 0104:H4 desencadenante de la enfermedad. Califica de “exageración” lo que se ha dicho sobre su rareza.
“Es una bacteria con características particulares, pero las E. coli que producen shiga toxinas son conocidas desde hace treinta años y las conocemos bien”, dice. “Esta tiene unas características un poco particulares, pero todo eso que se ha dicho y que publicó la prensa de que eran bacterias nunca vistas en la Tierra, etc, etc., son exageraciones. Estamos ante una bacteria peligrosa pero no hay nada extraño en ella”, concluye.
http://www.lavanguardia.com/salud/20110607/54166868149/el-especialista-europeo-en-la-bacteria-e-coli-considera-injustificada-la-alarma-sobre-el-pepino.html
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