La Comisión Europea analiza el impacto en la salud de los cosméticos
La Comisión Europea ha pedido al Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC) que abra un plazo de consulta para elaborar un dictamen sobre las nitrosaminas y las aminas secundarias en los productos cosméticos.
Las nitrosaminas son una clase de compuestos químicos, algunos de los cuales son altamente cancerígenos. Los posibles riesgos de salud asociados a la presencia de nitrosaminas en los productos cosméticos están regulados por la Directiva de Cosméticos. La aplicación de esta Directiva en el mercado ha sido difícil ya que los términos químicos utilizados en los distintos textos que componen la Directiva son relativamente genéricos y permiten diferentes interpretaciones entre los agentes económicos, es decir, las multinacionales y grandes compañías que fabrican estos productos, y las autoridades públicas. Para hacer frente a estas dificultades, el CCSC ha pedido a ofrecer definiciones más exactas de tales términos, teniendo en cuenta la base científica y toxicológica, algo esencial para que los mecanismos reguladores puedan determinar qué elemento es seguro y cuál es peligroso para la salud humana.
Las nitrosaminas pueden hallarse en el humo de tabaco y en productos de látex: tanto globos y condones indican que muchos de ellos emiten pequeñas cantidades de nitrosaminas. Sin embargo, esas cantidades de nitrosaminas en condones no son suficientemente altas para ser significativamente tóxicas.
Por otro lado, el mismo organismo establece otra consulta preliminar sobre los perfumes alergénicos en los productos cosméticos. La alergia a los ingredientes de fragancias se estima que afecta a entre un 1 y un 3% de la población europea y puede afectar significativamente la calidad de vida. En 1999, se llevó a cabo un dictamen sobre la alergia a estas fragancias, determinado 26 compuestos que producian alergias. Estas fueron recogidas por la Directiva de Cosméticos, y posteriormente por el reglamento de la Directiva de juguetes, como sustancias que deben ser mencionados de forma individual en la etiqueta, permitiendo un mejor diagnóstico de la alergia al perfume y evitando reacciones alérgicas en personas más sensibles. Como el conocimiento sobre los perfumes alergénicos ha aumentado significativamente, la Comisión Europea solicitó al CCSC la revisión de la evidencia disponible y actualizar el dictamen de 1999.
Entre los objetivos de esta iniciativa está considerar la posibilidad de establecer niveles de seguridad en el uso de fragancias alergénicas e identificar las sustancias que, como resultado de procesos químicos, se pueden convertir en nuevos alergenos más potentes, lo que lleva a un riesgo mayor de sensibilización cruzada.
Las nitrosaminas son una clase de compuestos químicos, algunos de los cuales son altamente cancerígenos. Los posibles riesgos de salud asociados a la presencia de nitrosaminas en los productos cosméticos están regulados por la Directiva de Cosméticos. La aplicación de esta Directiva en el mercado ha sido difícil ya que los términos químicos utilizados en los distintos textos que componen la Directiva son relativamente genéricos y permiten diferentes interpretaciones entre los agentes económicos, es decir, las multinacionales y grandes compañías que fabrican estos productos, y las autoridades públicas. Para hacer frente a estas dificultades, el CCSC ha pedido a ofrecer definiciones más exactas de tales términos, teniendo en cuenta la base científica y toxicológica, algo esencial para que los mecanismos reguladores puedan determinar qué elemento es seguro y cuál es peligroso para la salud humana.
Las nitrosaminas pueden hallarse en el humo de tabaco y en productos de látex: tanto globos y condones indican que muchos de ellos emiten pequeñas cantidades de nitrosaminas. Sin embargo, esas cantidades de nitrosaminas en condones no son suficientemente altas para ser significativamente tóxicas.
Por otro lado, el mismo organismo establece otra consulta preliminar sobre los perfumes alergénicos en los productos cosméticos. La alergia a los ingredientes de fragancias se estima que afecta a entre un 1 y un 3% de la población europea y puede afectar significativamente la calidad de vida. En 1999, se llevó a cabo un dictamen sobre la alergia a estas fragancias, determinado 26 compuestos que producian alergias. Estas fueron recogidas por la Directiva de Cosméticos, y posteriormente por el reglamento de la Directiva de juguetes, como sustancias que deben ser mencionados de forma individual en la etiqueta, permitiendo un mejor diagnóstico de la alergia al perfume y evitando reacciones alérgicas en personas más sensibles. Como el conocimiento sobre los perfumes alergénicos ha aumentado significativamente, la Comisión Europea solicitó al CCSC la revisión de la evidencia disponible y actualizar el dictamen de 1999.
Entre los objetivos de esta iniciativa está considerar la posibilidad de establecer niveles de seguridad en el uso de fragancias alergénicas e identificar las sustancias que, como resultado de procesos químicos, se pueden convertir en nuevos alergenos más potentes, lo que lleva a un riesgo mayor de sensibilización cruzada.
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