El edificio que más energía ahorra
Este año comenzarán las obras del bloque de viviendas en Rivas, en Madrid, que contará con la calificación energética A, la más alta. Los futuros inquilinos podrán aprovecharse del ahorro que permitirán. Algo importante para que las familias puedan llegar a fin de mes, sobre todo ahora que, después de que haya subido la luz este año un 9,8 por ciento, va a subir la tarifa del gas natural un 4,1 por ciento y el precio de la bombona de butano un 6,1. Y es que este bloque de viviendas, diseñado por Touza Arquitectos y que construirá la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas, despilfarrará un 75 por ciento menos de energía y emitirá un 75 por ciento menos de CO2 a la atmósfera que las casas tradicionales. Lo que permitirá un ahorro de más de cinco euros por metro cuadrado.
OrientaciónUna vivienda insuficientemente aislada o mal orientada conlleva un despilfarro en calefacción y refrigeración. Por eso, para alcanzar el citado ahorro, «el edificio –dotado con cubierta ajardinada– estará orientado al sur, con las habitaciones destinadas al salón y a la cocina de cara al sur y los dormitorios al norte», explica Ignacio Torres, jefe de Estudio de Touza Arquitectos. Su fachada remetida sobre terrazas corridas aportan sombra en verano y permiten que entre la luz y el calor del sol en invierno. Además, permite una ventilación cruzada por lo que así se aprovechan las brisas y la luz natural. El sistema de calefacción elegido para los hogares es por suelo radiante, que –aunque sea un pelín más caro– permite una distribución uniforme de la temperatura, lo que conlleva mayor confort y menor consumo.
Pero este ahorro sería menor si las viviendas no estuvieran bien aisladas. De ahí, que hayan utilizado poliestireno extrusionado ecológico expandido con CO2 en espesores de 10 cm para el interior de las fachadas. El resto de ahorro se logra gracias a un sistema de microgeneración que mejora en un 30 por ciento la eficiencia eléctrica y el calor, así como paneles solares térmicos y fotovoltaicos, entre otras medidas.
Este tipo de iniciativas resultan esenciales para lograr el 20 por ciento de eficiencia energética que todos los países europeos han de alcanzar para 2020. Ya que en la actualidad, los edificios consumen el 40 por ciento de la energía final que gasta la UE.
En cuanto al recurso hídrico, este edificio reutilizará las aguas grises (de lavabos y duchas) en las cisternas de los inodoros. Algo que puede parecer muy lógico, pero que en la práctica no se hace en España. Y además, reutilizarán el agua de la lluvia para el riego del jardín, en el que pondrán especies vegetales autóctonas de bajo consumo hídrico.
Todas estas medidas conllevarán un incremento del coste en las viviendas de «aproximadamente un 15 por ciento. Un sobrecoste que se amortizará a los 14 o 17 años», concluye Torres.
OrientaciónUna vivienda insuficientemente aislada o mal orientada conlleva un despilfarro en calefacción y refrigeración. Por eso, para alcanzar el citado ahorro, «el edificio –dotado con cubierta ajardinada– estará orientado al sur, con las habitaciones destinadas al salón y a la cocina de cara al sur y los dormitorios al norte», explica Ignacio Torres, jefe de Estudio de Touza Arquitectos. Su fachada remetida sobre terrazas corridas aportan sombra en verano y permiten que entre la luz y el calor del sol en invierno. Además, permite una ventilación cruzada por lo que así se aprovechan las brisas y la luz natural. El sistema de calefacción elegido para los hogares es por suelo radiante, que –aunque sea un pelín más caro– permite una distribución uniforme de la temperatura, lo que conlleva mayor confort y menor consumo.
Pero este ahorro sería menor si las viviendas no estuvieran bien aisladas. De ahí, que hayan utilizado poliestireno extrusionado ecológico expandido con CO2 en espesores de 10 cm para el interior de las fachadas. El resto de ahorro se logra gracias a un sistema de microgeneración que mejora en un 30 por ciento la eficiencia eléctrica y el calor, así como paneles solares térmicos y fotovoltaicos, entre otras medidas.
Este tipo de iniciativas resultan esenciales para lograr el 20 por ciento de eficiencia energética que todos los países europeos han de alcanzar para 2020. Ya que en la actualidad, los edificios consumen el 40 por ciento de la energía final que gasta la UE.
En cuanto al recurso hídrico, este edificio reutilizará las aguas grises (de lavabos y duchas) en las cisternas de los inodoros. Algo que puede parecer muy lógico, pero que en la práctica no se hace en España. Y además, reutilizarán el agua de la lluvia para el riego del jardín, en el que pondrán especies vegetales autóctonas de bajo consumo hídrico.
Todas estas medidas conllevarán un incremento del coste en las viviendas de «aproximadamente un 15 por ciento. Un sobrecoste que se amortizará a los 14 o 17 años», concluye Torres.
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