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domingo, 21 de mayo de 2017

Pie cavo

Pie cavoPie cavo

Se denomina pie cavo a aquel pie que presenta un aumento anormal en la altura del arco, también llamada bóveda plantar. Debido a esto, la huella que va a presentar el pie cavo va a diferir de la huella normal.
Siendo la huella normal aquella que tiene un apoyo de talón completo, de forma ovalada, que se continúa con el apoyo del borde externo o istmo de la huella, que debe ser como mínimo de un tercio y máximo de la mitad de la anchura total del pie. Continuando hacia delante se llega a la zona del antepié. Y por último, los apoyos de los cinco dedos del pie, que deben estar situados ligeramente alejados de la huella.
Además de la huella, es imprescindible obtener el contorno de la huella del pie, que se toma marcando con un lápiz en posición perpendicular respecto al suelo el borde completo de todo el pie.
Dependiendo del grado de elevación del arco plantar y de la afectación que podemos encontrar cuando hablamos del pie cavo podemos hacer una clasificación de las huellas plantares:
  • Ligera disminución del istmo o Grado 1
  • Disminución severa del istmo del pie o Grado 2.
  • Desaparición completa del istmo o Grado 3.
  • Desaparición completa del istmo del pie con únicos apoyos realizados sobre talón y antepié o Grado 4.
Es importante conocer que durante el desarrollo normal del pie éste pasa por varias fases de desarrollo y que en los bebés generalmente encontramos un aspecto aplanado debido a la presencia de tejido graso en la región plantar del pie. Eso no quiere decir que el pie sea plano, con el tiempo, al ir creciendo, ese tejido graso desaparecerá quedando la forma real del pie. Esto ocurre aproximadamente hacia el tercer año de vida.
Síntomas de pie cavo
Asociado al pie cavo, a veces, podemos encontrar como además del aumento del arco aparecen los dedos deformados en garra y el talón está volcado hacia fuera o hacia dentro.

Causas del pie cavo

A la hora de hablar del pie cavo es difícil conocer la causa que lo produce ya que son muchas y difieren unas de otras.
Entre las causas más frecuentes de pie cavo podemos encontrar:
  • Causas relacionadas con problemas neurológicos
  • Causas relacionadas con alteraciones osteoarticulares
  • Causas relacionadas con alteraciones en las partes blandas del pie (piel, músculos, vasos circulatorios…)
  • Causas que son desconocidas, también llamadas idiopáticas.
Últimamente, hay muchos estudios que revelan que muchos pies cavos son de origen genético y que por lo tanto pasan de padres a hijos.
Dependiendo de que sea una causa u otra la gravedad de la deformidad en cavo será muy variable.

¿Por qué y cómo se produce?

Dentro de las causas relacionadas con problemas neurológicos y que suelen producir un pie cavo podemos encontrar las siguientes:
  1. Poliomielitis
  2. Enfermedad de Friedreich
  3. Otras enfermedades neurológicas (síndromes piramidales, síndromes extrapiramidales…)
Estas enfermedades neurológicas producen una afectación de los nervios que controlan la musculatura del pie por lo que hay un desequilibrio anormal de fuerzas haciendo que unos músculos tengan más fuerza que otros. De esta forma las acciones musculares producen una alteración en la forma del pie aumentando el arco plantar. Dependiendo de que la causa neurológica sea una u otra (poliomielitis u otra enfermedad) los músculos del pie estarán paralizados, rígidos o flácidos.
En el caso de que el pie cavo esté producido por causas relacionadas con alteraciones osteoarticulares vemos como predomina la afectación en la estructura esquelética del pie y no en los nervios y músculos del pie. Dentro de estas causas podemos encontrar el pie cavo “congénito” que aparece en el nacimiento y que es bastante raro, los pies cavos producidos por mecanismos externos que deforman el pie, como por ejemplo el uso de un calzado inadecuado, o producidos por un golpe. Aquellos pies cavos que son el resultado de una enfermedad osteoarticular como por ejemplo la artritis reumatoidea .
Dentro de las causas relacionadas con alteraciones en las partes blandas del pie podemos encontrar grandes cicatrices o quemaduras en la planta que deforman el pie en esta posición.

Síntomas del pie cavo

Los síntomas más frecuentes por los que acuden los pacientes a consulta son:
  • Alteraciones en la forma del pie.
  • Dolor.
  • Alteraciones en la forma de caminar.
  • Esguinces repetidos.
Lo más frecuente es que las alteraciones en la forma se den en la infancia, pero no es hasta la adolescencia cuando empiezan a ser notorios. Entonces el paciente acude refiriendo que ha sufrido esguinces repetidos, una deformidad del arco del pie que se encuentra muy elevado, y aparece en el dorso del pie una protuberancia que coincide con la parte más alta del arco (giba dorsal). Por esta razón el niño deforma el calzado por el dorso y le cuesta más calzarse y encontrar un zapato adecuado. Además, el niño corre y camina de forma rara, “insegura”, cayéndose fácilmente.
Con el tiempo, esta deformidad va progresando y se estructura primero los músculos y partes blandas y definitivamente el esqueleto.
Posteriormente van apareciendo lesiones en la planta que acaban llegando a ser durezas y callosidades. Se produce dolor en la zona de apoyo de los pies y a veces se inflaman las estructuras de la planta de los pies (sesamoiditis, bursitis).
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¿Cómo se diagnostica?

Para realizar un correcto diagnóstico del pie cavo generalmente se empieza por realizar una exploración clínica por parte del profesional.
Estas pruebas fundamentalmente consisten en valoraciones del estado óseo, articular y muscular del individuo y luego un estudio completo de la marcha. En un segundo apartado se llevan a cabo algunas pruebas complementarias que confirman el diagnóstico:
En esta exploración se puede clasificar el pie cavo dependiendo de su forma en:
  • Pie cavo anterior: que significa que observando el pie sin apoyar en el suelo se ve como es la zona más distal del pie, que corresponde con el antepié y los dedos, la que se encuentra más inclinada de lo normal dando lugar a que exista un aumento del arco.
  • Pie cavo posterior: que significa que será la parte de atrás del pie, que coincide con el talón, la que se encuentra más inclinada de lo normal dando lugar a un aumento del arco plantar.
  • Pie cavo mixto: que quiere decir que será tanto la porción anterior como la posterior la que tengan un exceso en su inclinación. Por lo tanto aumentará el arco.

Pruebas diagnósticas

  • Fotopodograma: esta técnica consiste en tomar la huella y el contorno del pie sobre papel fotográfico. Se estudia y se puede clasificar el cavismo o excavación de la huella en uno de los grados descritos anteriormente (huella excavada de grado 1, grado 2, grado 3 o grado 4).
  • Estudio de la marcha: que trata de ver la forma de caminar en las diferentes fases de las que se compone el ciclo de la marcha. En el pie cavo de origen neurológico se observa una marcha en la que el pie apoya de forma alterada. En condiciones de normalidad, al caminar el pie apoya primero con el talón y luego el resto del pie hasta que se impulsa con los dedos. En este caso el pie apoya primero con la parte de delante o antepié y después con el talón.
  • Estudio radiológico: generalmente cuando se quiere confirmar un diagnóstico de pie cavo se suelen realizar radiografías de los pies para ver entre otras cosas la posición de los huesos valorando así la gravedad de la deformidad.
  • Es imprescindible a la hora de diagnosticar un pie cavo que se realice una exploración completa de los nervios, la conducción nerviosa y de los reflejos. Con esta exploración veremos si existe o no afectación de los nervios y podremos ver si la causa del pie cavo es neurológica.

Tratamiento del pie cavo

El tratamiento del pie cavo va a depender como es lógico de la edad de la persona que lo padezca, de la causa que lo produce y de la gravedad de la deformidad.
Así, por ejemplo, en un niño recién nacido con un pie cavo estructurado, producido por una alteración en la posición de los huesos, seguramente será necesario realizar un tratamiento mediante cirugía y con la implantación de una férula que corrija la posición anómala de los huesos.
Los pies cavos producidos por problemas neurológicos necesitan un tratamiento precoz. Cuanto antes se comience a tratar la deformidad de los pies antes lograremos frenar la deformidad y corregirla siempre que podamos.
Además, es necesario que la enfermedad neurológica esté controlada por el especialista médico.
En casos menos graves, que son los más frecuentes, es necesario poner una plantilla correctora cuando se trata de un niño y una plantilla que evite los dolores en caso de personas adultas.
Por regla general, además de las plantillas para pie cavo es necesario utilizar un calzado adecuado, del tamaño correcto del pie, con la horma recta, que se sujete bien con cordones o con hebillas, de un material lo más noble posible (cuero) y con un contrafuerte resistente para mantener el pie en buena posición.
También es necesario en muchas ocasiones el apoyar el tratamiento con plantillas y el calzado con una serie de ejercicios que nos ayuden a fortalecer y a estirar la musculatura responsable de mantener el arco del pie tan elevado.
Por lo tanto, a veces, es necesario contar con la ayuda de otros profesionales como es el fisioterapeuta.

¿Cómo evitarlo?

Para prevenir el pie cavo es conveniente acudir periódicamente al médico, pediatra o al podólogo para que estos realicen revisiones del estado de los pies durante el desarrollo del niño.
Algunos consejos que ayudan a prevenir el pie cavo son:
  • Utilizar calzado de horma recta.
  • No utilizar excesivo tacón. Lo máximo recomendado son 2 cm para los hombres y 4 cm para las mujeres.
  • Calzar al niño sólo cuando éste comience a caminar. Es bueno que los niños tengan libertad para mover los piececitos sin llevar un zapato que les limite el movimiento.
  • No utilizar prendas que compriman los pies.
Ante la sospecha de presentar esta deformidad de pie cavo debe acudir a su podólogo. Este le diagnosticará y le tratará si es necesario.
Si tiene niños pequeños es conveniente acudir al podólogo de manera preventiva, de forma que si existe una deformidad ésta sea diagnosticada precózmente.
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