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domingo, 18 de diciembre de 2016

El futuro de la lucha contra las leucemias

Los doctores Albert Oriol y Francesc Bosch, en el último congreso estadounidense de Hematología.El futuro de la lucha contra las leucemias

  • La ASH presenta novedades importantes como la alteración de mutaciones genéticas para revertir enfermedades o nuevos tratamientos sin quimioterapia
El congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH) ha tenido en esta 58 edición una perspectiva de futuro, y es que si no todas las novedades que trae el mismo serán una realidad en el corto plazo, parece que se van abriendo nuevos caminos en esta especialidad. Entre ellos destaca el papel de la ingeniería biomédica, dentro de la cual se está estudiando la capacidad de cambiar las mutaciones de las células, para poder revertir el curso de algunas enfermedades. Así lo explicaba Ramón García, vicepresidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), que apuntaba que desde su perspectiva, lo más destacado de este congreso "se trata de un sistema enzimático que te permite variar a tu antojo el genoma celular. Hasta ahora se podía hacer en células concretas, pero ya se puede hacer en una población entera, para por ejemplo cambiar los linfocitos de una persona". Si bien por el momento solo se había probado en animales, en este foro se han presentado los primeros ensayos en personas humanas, aunque aún queda por ver el avance de los resultados.
Otra de las noticias más destacadas también está todavía en fase experimental y es el desarrollo de la sangre artifical. En cuanto a innovaciones terapéuticas, la participación española ha sido destacada en diversos estudios, concretamente en mieloma múltiple, una enfermedad que afecta a 4 personas al año por cada 100.000 habitantes, sobre todo de edad avanzada, y que presenta síntomas como anemia, dolores óseos y en ocasiones insuficiencia renal. En este sentido, destaca la reciente aprobación en España de daratumumab, pensado como tratamiento alternativo para pacientes con recaídas de otros fármacos.
Según Albert Oriol, hematólogo del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol en Badalona "los anticuerpos monoclonales van a ser la estrella en los próximos años y nos va a cambiar bastante la perspectiva", y es que si bien la aprobación actual es para su uso como tratamiento único, los datos presentados en el ASH 2016 permiten pensar en una futura nueva opción de tratamiento en primera línea, combinando daratumab, que gracias a su baja toxicidad permite tratar a un mayor número de pacientes y mejorar aún más la supervivencia, en conjunto con lenalidomida y dexametasona, por lo que "es fácil que lleguemos a la situación de que el 50% de los pacientes con estos tratamientos no vayan a recaer nunca", lo que supondría por primera vez empezar a hablar de la curación de algunos pacientes, y de mejorar de forma importante la salud a largo plazo de los pacientes más jóvenes, tal y como aportaba Oriol.
En este mismo sentido, María Victoria Mateos, hematóloga del Hospital Universitario de Salamanca, adelantaba que si bien su formato actual es en solución intravenosa, se está estudiando su administración por vía subcutánea.
Otra área importante de participación española ha sido el tratamiento de la leucemia linfática crónica, que tal y como narraba Frances Bosch, jefe de servicio del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, ha mejorado su pronóstico gracias a fármacos como ibrutinib, desarrollado por Janssen, que debido a sus bajos perfiles de toxicidad, ha permitido tratar a un mayor número de pacientes, con una importante mejora en su calidad de vida. Así, en los últimos estudios presentados en el ASH, este tratamiento supone una supervivencia libre de progresión, es decir, libre de recaídas, en el 60 % de los pacientes a los 5 años, y en el 85% a los 3 años, teniendo en cuenta además que se trata de una enfermedad que se da principalmente en pacientes de más de 70 años. "No destruye el tumor, sino que cambia su biología, convirtiendo la enfermedad en una enfermedad crónica, por lo que es un fármaco que hay que dar de por vida". Por ello, Bosch afirmaba que "la tendencia es a pensar en el fin de la quimioterapia, dados los efectos adversos que tiene la misma, por lo que el futuro es el uso de fármacos biológicos".
Si bien son buenas noticias, y ambos fármacos se hayan disponibles en España, se trata de tratamientos mucho más caros, por lo que Bosch matizaba que aunque "hoy por hoy todo el mundo tiene acceso, otra cosa es que vaya a ser sostenible en el largo plazo".

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