La mutilación genital aumenta las complicaciones durante el parto
Las mujeres que han sufrido algún tipo de mutilación genital tienen más posibilidades de que aparezcan complicaciones graves durante el parto, incluida la muerte materna o del feto, según un informe elaborado por la OMS y publicado en la revista 'The Lancet'.
En el mundo, entre 100 y 140 millones de mujeres y niñas han sufrido algún tipo de mutilación genital. Esta práctica es común en países de África y cuanto más agresiva sea, mayor será el riesgo de complicaciones intra-parto, según revela el informe.
"Gracias a este estudio, por primera vez disponemos de datos que demuestran que las mujeres que han sufrido mutilaciones presentan una probabilidad significativamente mayor de tener un parto peligroso y con complicaciones", señaló Joy Phumaphi, Subdirectora General de Salud Familiar y Comunitaria de la OMS.
En el estudio participaron 28.373 mujeres que dieron a luz en 28 centros obstétricos de seis países africanos, Burkina Faso, Ghana, Kenya, Nigeria, Senegal y Sudán. Esto centros fueron escogidos para tener una diversidad apropiada de los diferentes grados de mutilación genital femenina (MGF).
Una de las consecuencias de la mutilación genital es la aparición de tejido cicatricial. Cuanto más extensa sea la ablación, mayor será la cicatriz. Cuando llega el momento de dar a luz, estas mujeres tienen serios problemas debido a que este tejido es menos elástico que el de la vagina y el periné.
Si el nacimiento se retrasa mucho es necesario practicar una cesárea con el consiguiente riesgo para la salud materno-infantil. Las mujeres que tienen una MGF III sufren de media un 30% más de cesáreas que aquellas no mutiladas, y un 70% más de hemorragias postparto.
La MGF es responsable de una a dos muertes perinatales extra por cada 100 partos. Según los datos proporcionados, un 22% de las muertes de niños nacidos de mujeres mutiladas se debe precisamente a las lesiones provocadas por esta práctica.
Dadas las características del estudio y los centros en los que se realizó, lo más probable es que estas cifras sean inferiores a lo real. "Las consecuencias para las mujeres que dan a luz en el hogar sin la ayuda de personal con experiencia y para sus hijos son probablemente aún peores", explicó Paul Van Look, Director del Programa Especial de Investigaciones sobre Reproducción Humana, responsable del estudio.
"La MGF es una práctica que ahonda en la cultura y las tradiciones, pero a la que habría que poner término. Debemos apoyar a las comunidades que intenten abandonar esa práctica y oponernos categóricamente a su medicalización. La OMS ha expresado su total rechazo a que la MGF sea realizada por personal médico", expresó Phumaphi.
Uno de los aspectos clave en la lucha contra la mutilación genital es la educación. Sólo un 8% de las mujeres con estudios terciarios sufrió algún grado de MGF. Por el contrario, un 32% de las analfabetas y un 35% de las que alcanzaron un nivel primario estaban mutiladas.
Numerosos países del continente africano han ilegalizado la mutilación aunque las organizaciones internacionales y ONG’s denuncian que muchas veces se hace de cara a la galería. A pesar de que los obstáculos, la MGF parece decrecer poco a poco.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/06/02/mujer/1149251174.html
"Gracias a este estudio, por primera vez disponemos de datos que demuestran que las mujeres que han sufrido mutilaciones presentan una probabilidad significativamente mayor de tener un parto peligroso y con complicaciones", señaló Joy Phumaphi, Subdirectora General de Salud Familiar y Comunitaria de la OMS.
En el estudio participaron 28.373 mujeres que dieron a luz en 28 centros obstétricos de seis países africanos, Burkina Faso, Ghana, Kenya, Nigeria, Senegal y Sudán. Esto centros fueron escogidos para tener una diversidad apropiada de los diferentes grados de mutilación genital femenina (MGF).
Más cesáreas y hemorragias postparto
El informe recoge tres grados de mutilación. El primero, en el que se extirpa el prepucio y puede que parte del clítoris. En el segundo, este órgano desaparece totalmente y los labios menores en mayor o menor proporción. La infibulación, o escisión total de los genitales externos y posterior sutura de los labios mayores, representa el tercer grado.Una de las consecuencias de la mutilación genital es la aparición de tejido cicatricial. Cuanto más extensa sea la ablación, mayor será la cicatriz. Cuando llega el momento de dar a luz, estas mujeres tienen serios problemas debido a que este tejido es menos elástico que el de la vagina y el periné.
Si el nacimiento se retrasa mucho es necesario practicar una cesárea con el consiguiente riesgo para la salud materno-infantil. Las mujeres que tienen una MGF III sufren de media un 30% más de cesáreas que aquellas no mutiladas, y un 70% más de hemorragias postparto.
Aumento de la mortalidad
Aunque la tasa de mortalidad materna detectada por el estudio (0,19%) resulta demasiado baja para los países participantes, el 83% de estas defunciones se produjeron en mujeres con algún tipo de mutilación.La MGF es responsable de una a dos muertes perinatales extra por cada 100 partos. Según los datos proporcionados, un 22% de las muertes de niños nacidos de mujeres mutiladas se debe precisamente a las lesiones provocadas por esta práctica.
Dadas las características del estudio y los centros en los que se realizó, lo más probable es que estas cifras sean inferiores a lo real. "Las consecuencias para las mujeres que dan a luz en el hogar sin la ayuda de personal con experiencia y para sus hijos son probablemente aún peores", explicó Paul Van Look, Director del Programa Especial de Investigaciones sobre Reproducción Humana, responsable del estudio.
Cuestión cultural pero repudiable
La mutilación genital varía de un país a otro pero suele practicarse en niñas menores de 10 años. Entre las razones apuntadas más frecuentemente por los familiares están motivos religiosos (ya sean musulmanes o cristianos), reducir el placer sexual y fomentar la castidad, virginidad y fidelidad de las mujeres, por higiene y estética, etc."La MGF es una práctica que ahonda en la cultura y las tradiciones, pero a la que habría que poner término. Debemos apoyar a las comunidades que intenten abandonar esa práctica y oponernos categóricamente a su medicalización. La OMS ha expresado su total rechazo a que la MGF sea realizada por personal médico", expresó Phumaphi.
Uno de los aspectos clave en la lucha contra la mutilación genital es la educación. Sólo un 8% de las mujeres con estudios terciarios sufrió algún grado de MGF. Por el contrario, un 32% de las analfabetas y un 35% de las que alcanzaron un nivel primario estaban mutiladas.
Numerosos países del continente africano han ilegalizado la mutilación aunque las organizaciones internacionales y ONG’s denuncian que muchas veces se hace de cara a la galería. A pesar de que los obstáculos, la MGF parece decrecer poco a poco.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/06/02/mujer/1149251174.html
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