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domingo, 7 de octubre de 2012

La sexualidad de los animales Hábitos "extraños"

La sexualidad de los animales Hábitos "extraños"
El reino animal es capaz de desarrollar una sexualidad mucho más compleja de lo que se creía hace unos años. El onanismo o masturbación aparece en muchos animales, tanto machos como hembras, y tanto en solitario como en grupo.  
La antropóloga y sexóloga Pilar Cristóbal recalca que no se puede comparar la sexualidad humana y la del mundo animal, aunque afirma que "Los animales hacen de todo, mejor y más que los humanos". De manera similar se manifiesta el zoólogo Robert Wallace, especialista en Ecología del Comportamiento y profesor visitante en la Universidad Estatal de Florida, que se sorprende por la diversidad del sexo en el reino animal: "Cualquier cosa imaginada por nosotros es superada en alguna parte. Y hacen muchas cosas con las que nosotros ni siquiera soñamos".

En su libro "Cómo lo hacen ellos", el doctor Wallace cita algunos de los más extraños hábitos del apareamiento animal.

La hembra de la mantis religiosa sujeta con frecuencia a su pretendiente contra el tórax y comienza a devorarlo, empezando por los ojos y guardando los órganos sexuales para el final.

Otros animales pueden llegar a ser "viciosos", asevera Wallace: Los puercoespines macho, por ejemplo, orinan sobre la hembra antes de la cópula, y las hembras solitarias suelen estimularse con un palo.
El onanismo o masturbación aparece en muchos animales, tanto machos como hembras, y tanto en solitario como en grupo. Ya en 1927, el sexólogo Havelock Ellis identificó en su obra "Estudios en la Psicología del Sexo" prácticas de autoerotismo en toros, cabras, ovejas, camellos y elefantes. En la actualidad, está documentado en felinos, cánidos, roedores y en todos aquellos animales flexibles capaces de doblarse sobre sí mismos.
Las técnicas empleadas para auto-excitarse son muy diversas:
Los ciervos rozan su cornamenta, los burros arrastran su pene contra el suelo, los primates o leones estimulan sus genitales con sus manos o palmas, los murciélagos hacen lo propio con sus patas, los macacos rhesus o bonobos estimulan sus pezones, muchos pájaros se rozan con hierba o tierra, etc. Asimismo, la práctica de utilizar objetos inanimados para masturbarse es utilizada de forma habitual por primates.
En cuanto a los estímulos visuales de tipo sexual, un estudio de la Universidad de Duke en Carolina del Norte afirmaba que los monos machos están dispuestos a sacrificar un privilegio, en este caso alimentos, optando por la opción de ver el trasero de una hembra de su especie. Los investigadores subrayaron la utilidad social de este comportamiento, porque no hay evidencias científicas que demuestren que los animales utilicen imágenes para disfrute sexual. No obstante, se han utilizado con éxito vídeos de hembras de panda en actitudes sexuales para alentar el apetito sexual de los machos de esta especie en peligro.
  El sexo oral o las autofelaciones han sido documentados en animales de varias especies, como cabras, primates, hienas y ovejas, y también se han registrado casos de eyaculaciones espontáneas en ovejas de monte o hienas moteadas.
Asimismo, los animales también mantienen sexo entre distintas especies, dando en ocasiones descendientes híbridos. Por ejemplo, la mula, normalmente estéril, surge del cruce entre un caballo y un burro, mientras que la unión de un león y un tigre produce un "ligre", algunas veces fértil, como el del zoológico de Novosibirsk (Rusia).
El apareamiento entre adultos y jóvenes se produce en ciertas especies de topo, que puede aparearse con los recién nacidos de su especie, o en el caso de la comadreja, con las hembras jóvenes. Los científicos consideran que forma parte natural del periodo de retraso de su biología reproductiva: Estas hembras dan a luz al año siguiente, cuando son totalmente maduras. Y según el antropólogo Martin Muller, de la Universidad de Boston, los chimpancés machos prefieren a las hembras más mayores. Este hecho podría deberse, según este investigador, a que las hembras de esta especie son fértiles más tiempo, tienen más experiencia como madres y una posición social más acomodada.
Por otra parte, también se ha descubierto que algunos insectos macho llegan a ceder la mitad de su masa proteínica a cambio de sexo. En un zoológico de Pekín, se contempló el caso de una hembra de primate que conseguía los cocos del macho dominante gracias a sus encantos. También hay casos de cabras machos que consiguen de una hembra comida a cambio de una cópula.
Y los comportamientos transexuales son comunes en más de una especie, para adaptarse a su entorno. En los arrecifes de coral, el 25% de los peces cambian de sexo a lo largo de su vida, mientras que el lenguado o algunos invertebrados como las gambas o las ostras también pueden cambiar de género. Asimismo, algunos peces son hermafroditas, siendo capaces de producir esperma y óvulos. Incluso, en algunas especies se producen "nacimientos virginales", como algunos lagartos unisexuales, hembras que se reproducen por clonación.
Penes gigantes y cópulas eternas
  El tamaño del órgano sexual no siempre es proporcional a las dimensiones totales del animal. Una ballena puede ostentar un pene de tres metros de largo y una circunferencia de un metro, mientras que un gorila macho apenas cuenta con un pene de cinco centímetros de largo. Por su parte, los caracoles tienen penes extraordinariamente largos, mientras que el del delfín también le sirve para revisar el fondo del océano. Aunque quien tiene el pene más grande con respecto a su cuerpo es el piojo: 50 veces su tamaño.
Asimismo, los tamaños y formas son también muy variados; algunos tienen plumas, otros se dividen en dos, etc. En cuanto a las posturas, los animales con columna vertebral se colocan encima de la hembra, y muchos reptiles tienen dos penes dependiendo de la postura de la hembra.
Por otra parte, algunos insectos fabrican para la hembra una especie de cera que sella el orifico sexual, mientras que otros rocían de un líquido químico a la hembra para que repela a otros machos.
Asimismo, el tiempo empleado en el apareamiento también varía mucho entre especies. Las cópulas con los tigres duran segundos, los rinocerontes emplean hora y media en el acto central del apareamiento, mientras que el león dedica todo el día, haciéndose servir incluso la comida.

http://www.ambientum.com/revista/2007/abril/sexualidad3.asp

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