La peor sanidad, la valenciana las asociaciones en defensa de la red pública suspenden a la Generalitat un año más

La peor sanidad, la valenciana las asociaciones en defensa de la red pública suspenden a la Generalitat un año más
 
Lleva camino de convertirse en una tradición. Cada mes de septiembre, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) publica una clasificación de los sistemas sanitarios autonómicos. Y cada mes de septiembre, la Comunidad Valenciana vuelve a ocupar el último lugar y su red pública obtiene la calificación de deficiente.
El informe hecho público ayer es el noveno que elabora esta organización y, en todas estas ediciones, excepto un año (2006, cuando ocupó el penúltimo lugar) el sistema valenciano de salud repite como farolillo rojo. “La gestión de la sanidad en la Comunidad Valenciana es un desastre”, explica a este diario Marciano Sánchez Bayle, responsable de la federación.
La Generalitat suspende estrepitosamente en gasto sanitario por habitante (está en el último lugar con 974 euros), y también ocupa puestos de cola en número de camas (es antepenúltima con 2,78 por 100.000 habitantes). Además, se encuentra entre las autonomías que menos uso hacen de medicamentos genéricos y muestra pobres datos de control farmacéutico al ser la cuarta que más gasta en medicamentos por habitante.
 
El informe destaca la “excesiva” distancia entre sistemas sanitarios

El informe se basa en 13 indicadores que recogen aspectos relacionados con la financiación y los recursos sanitarios; la política farmacéutica; y la privatización sanitaria (algunos de 2010, como el gasto por habitante). La puntuación máxima posible es de 46 puntos y la mínima de 11. La Comunidad Valenciana ha obtenido 19, por detrás de Madrid (21) y Murcia (22).En cabeza de los sistemas sanitarios está Navarra (38 puntos), el País Vasco (37) y Asturias (36). La media obtenida por las autonomías es de 28 puntos. La diferencia entre la puntuación de Navarra y la Comunidad Valenciana es “claramente excesiva”, según el informe, lo que “evidencia una gran disparidad en los servicios sanitarios entre autonomías, algo que pone en peligro la necesaria cohesión y equidad entre territorios”.
 El trabajo cuenta con distintos sesgos. Por un lado, por la falta de transparencia de la Administración —“son bastante escasos” los datos homogéneos para todas las autonomías, denuncia Sánchez Bayle—. Por otro lado, información relevante (como la lista de espera desagregada) no es pública. A todo ello hay que sumar que la FADSP penaliza a las autonomías que apuestan por las fórmulas de gestión privada en la sanidad pública, un camino por el que se ha decantado claramente la Generalitat. Pero la privatización se castiga “solo con un punto, por lo que no justifica la mala situación que ocupa la Comunidad Valenciana”.
 La clasificación penaliza a las autonomías más privatizadoras
 En el otro plato de la balanza, los distintos informes realizados desde el año 2004 se han manejado prácticamente las mismas variables a la hora de evaluar a las autonomías, lo que permite obtener conclusiones sobre la evolución comparada entre los distintos sistemas de salud. El resultado de ello es que la Comunidad Valenciana, más allá de repetir año tras año su puesto en el furgón de cola, no ha logrado en casi una década mejorar su situación relativa respecto al resto de comunidades.Fuentes de la Consejería de Sanidad censuraron ayer el informe al señalar que su credibilidad “es completamente cuestionable y de dudosa intención”. Y añadieron: “los indicadores seleccionados son subjetivos, obsoletos y carentes de rigor”.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/09/06/valencia/1346959350_228882.html